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Cómo ganar

La Primera Iberdrola crece porque las jugadoras crecen y el sistema de juego evoluciona. Ya no hay comportamientos rígidos ni un denominador común a la hora de valorar el esquema utilizado por los 18 equipos que la componen. Incluso clubes como el Levante, el Real Madrid o el Atlético cambian su forma de jugar para tratar de hacer daño a un Barça impenetrable. Las granotas aguantaron el tipo durante gran parte del choque (cayeron 0-3). Las rojiblancas incluso forzaron prórroga y tanda de penaltis para llevarse una victoria impensable. Como dijo José Luis Sánchez Vera, y a pesar de la tremenda superioridad azulgrana, jugaron el partido que él quiso jugar.

Solo el Madrid tuvo en ciertas fases el valor de adelantar lo suficiente las líneas, en un intento por obligar al Barça a iniciar la jugada desde más atrás. Pero las azulgranas aprovecharon los errores defensivos y en más de una ocasión se plantaron solas ante Misa Rodríguez (así cayeron el 0-2 y el 0-3, además de provocar la expulsión de la guardameta)- Quizá en un futuro se le pueda jugar de tú a tú a las de Lluis Cortés. Ahora mismo parece imposible, y recuerda a aquel Barça de Guardiola al que solo se le podía ganar duplicando la intensidad, cerrando bien atrás y aprovechando algún contraataque improbable. Así lo logró alguna vez Mourinho con el Inter y después con el Real Madrid.

Así lo hizo también el Levante, con un planteamiento defensivo espectacular que secó al Barça en una primera media hora impropia. Acostumbrado a morder desde el principio, a desnivelar la balanza casi antes de empezar, las culés se encontraron con un hueso. La concentración atrás es clave a la hora de desesperar al ataque azulgrana, algo habitual en años anteriores pero muy difícil de conseguir en la actualidad. Cuando el Barça de Fran Sánchez no conseguía anotar en el primer cuarto de hora de partido, la exasperación acababa por cundir en el equipo, que llegaba a sufrir ante rivales sumamente inferiores. De un tiempo a esta parte (sobre todo desde la llegada de Lluis Cortés y de fichajes como Caroline Graham o Oshoala) esto no pasa. El Espanyol logró aguantar casi una primera parte entera en el Camp Nou, pero el contexto de estrenar el coliseo azulgrana dio un punto emocional que pudo ‘distraer’ mínimamente a las futbolistas. No es excusa, y ellas lo saben. Al final, ante equipos que no luchan por la Champions la calidad siempre se impone: acabó 5-0.

Algo parecido pasó ante el Deportivo, el colista de la Liga, que por entonces no había logrado una sola victoria. Mantuvo su portería a cero los primeros 20 minutos con un esfuerzo encomiable, y supo atacar a la contra lanzando balones a la electricidad de Athenea del Castillo. Pero cayó el primero y a los 35’ el partido marchaba 0-4.  La Real Sociedad llegó incluso a sobreponerse a un 1-0 en contra y marcó gol en la primera parte, el único rival que lo ha conseguido hasta la fecha. El resultado final fue de 5-1.

Más allá del heroico (y meritorio) resultado del Atlético en la Supercopa, no hay ningún equipo salvo el Levante de María Pry que haya sido capaz de mantener una intensidad sostenida ante un ataque cuya media goleadora en Primera Iberdrola es de más de cinco tantos por encuentro. Una vez más, la calidad se impone. El control de Graham en el área antes de 0-1 está al alcance de muy pocas futbolistas en la Primera División femenina. Luego el físico también marca la diferencia: no hay duda de que la plantilla azulgrana, por recursos y fondo de armario, además de por un trabajo de años (y por ciertas características de la mayoría de sus jugadoras) tiene más gasolina que nadie. Saber que es mucho mejor técnica y físicamente que cualquier otro equipo le dota de confianza en sí mismo y le permite consolidar una virtud que en otro tiempo le costaba encontrar: la paciencia.

Sin embargo, chapó por el Levante y chapó por María Pry. Sin duda el equipo español más en forma de entre los terrenales. Supo levantarse tras el 3-0 en la final de la Supercopa y hasta este miércoles acumulaba seis victorias consecutivas en Liga, incluido un 3-0 de vuelta al propio Atlético. El planteamiento ante el Barça, aunque no infalible, demuestra que es el único camino para rascar algo positivo ante un firme candidato a ganar la Champions League. Y deja claro que en la Primera Iberdrola también se puede jugar al tiqui-taca un día y encerrarse y salir al contraataque al siguiente. Ser camaleónico es una virtud, y meterse atrás ante el mejor equipo de la historia del fútbol femenino español no es racanería ni mucho menos mezquindad. Es sentido común.

Imagen de cabecera: Levante UD Femenino

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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