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Apuntes sobre unas decepcionantes Árdenas

Enrique JULIÁN GÓMEZ – La disputa de la edición centenaria de la Liège-Bastogne-Liège cerró el tríptico de clásicas de las Árdenas con una sensación más bien de disgusto, tras el escaso espectáculo que dieron los ciclistas. También pone fin a la primavera ciclista, dos meses de clásicas en Bélgica y alrededores que, más allá de que luego sean más o menos entretenidas, siempre hacen felices al buen aficionado ciclista. Estos son los apuntes y reflexiones que dejan las carreras disputadas en la última, semana, además de la Lieja, Amstel Gold Race y Flecha Valona. 

Decepción general y tedio. Las clásicas de las Árdenas no han sido precisamente entretenidas. El excesivo control por parte de los equipos y la escasa valentía de los principales contendientes ha provocado que las tres se decidieran solo en los minutos finales: Amstel en el último paso por el Cauberg con el ataque de Gilbert; Flecha con la demostración de fuerza de Valverde en la rampa de Huy; y Ans con el sprint victorioso de Gerrans. Antes, prácticamente la nada.

Valverde, el más fuerte, pero. El murciano, como lleva haciendo desde que inició la temporada, ha demostrado ser el ciclista más fuerte del momento, pero eso no asegura el éxito en carrera. Su poderío le permitió avasallar a sus rivales en el muro de Huy, para llevarse su segunda Flecha Valona, su primera gran clásica desde la Clásica de San Sebastián de 2008 y su victoria número 50 como profesional. Sin embargo, coger la rueda equivocada en Cauberg y esperar al sprint, con Gerrans en el grupo, en Lieja le privaron de victorias que estaban alcanza. Aun así, un cuarto, primer y segundo puesto en las Árdenas son más dignas de elogio que de crítica.

El retorno de Gilbert. Solo podía ocurrir en el Cauberg, su cota predilecta. Donde venció el Mundial hace año y medio y donde consiguió su tercera Amstel. Más allá de su escaso -para su nivel- bagaje en las dos últimas temporadas, donde además del Mundial solo consiguió tres etapas en la Vuelta, se reencontró con sí mismo en la primavera, rememorando ese 2011 en el que consiguió el 'triplete'. Su aceleración camino de Valkenburg es un prodigio, también estéticamente, aunque luego estuvo sin piernas en Huy y sin fuelle en los metros finales en Ans.

El cazarrecompensas. Salvo en sus dos años en Sky, es difícil ver a Simon Gerrans irse con las manos vacías. Etapa en el Tour en 2008, en Giro, Vuelta en 2009, Sanremo en 2012, de nuevo en el Tour en 2013 y este año la Lieja. Supo esperar su momento y las circunstancias de la carrera le permitieron llevarse la edición centenaria de la Doyenne, gracias a su punta de velocidad, superior a la del resto de favoritos. Es su segundo monumento, algo que no ha conseguido nunca ningún ciclista no europeo. De hecho, solo otros cinco de fuera del viejo continente han vencido un monumento: Hamilton, O'Grady, Vinokourov, Goss e Iglinskiy. Sin hacer ruido, el australiano entra en la historia.

Decepciones. La principal es la de Joaquím Rodríguez, que tras su victoria en la Volta a Catalunya y sus dos larguísimas concentraciones en el Teide, se cayó tanto en Amstel como en Flecha, también abandonó en Lieja. Tampoco rindieron Carlos Betancur, completamente desaparecido desde su arrolladora victoria en París-Niza, ni los Lampre, donde ni el campeón del mundo Rui Costa, ni un supuestamente renacido Cunego ni Diego Ulissi, que no dio el salto esperado, cumplieron mínimamente las expectativas. Mención aparte para el Sky, que continúa con su extraña primavera a todos los niveles. En las Árdenas, solo uno de sus ciclistas (Earle) llegó a meta en Amstel, dos en Flecha (López y Pate) y otros dos en Lieja (Boasson Hagen y Earle), siempre a años luz de la lucha importante. Y Froome ni siquiera tomó la salida en la Doyenne, alegando una infección pulmonar.

El resto. Destacado Kwiatkowski, el joven talento polaco continúa en progresión: quinto en Amstel y tercero en Flecha y Lieja, su primer podio en un monumento. En breve será uno de los mejores si no uno de los grandes dominadores de las clásicas. Por lo demás, Jelle Vanendert volvió a su nivel primaveril de 2011 y 2012, el colombiano Julián Arredondo mostró maneras con un buen ascenso a Huy y su ataque en Lieja, Samuel Sánchez recuperó viejas sensaciones como gregario principal y lanzador de lujo para Gilbert -su ataque en la base del Cauberg, decisivo-, Dan Martin fue segundo en Flecha y pudo repetir victoria en Lieja, de no mediar una caída en la última curva, y Domenico Pozzovivo y Giampaolo Caruso animaron los kilómetros finales del monumento, hasta el punto de que el segundo se quedó a apenas 100 metros de la victoria.

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Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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