Contenido en su felicidad y en su celebración, el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, rechazó hoy ser el principal artífice de que los blancos conquistaran su segunda Liga de Campeones europea consecutiva y apuntó a la buena relación entre los jugadores como la clave del éxito.
«La clave y el éxito es que todos (los jugadores) se han sentido importantes, pero, sobre todo, que ellos se llevan de puta madre, la gran conexión que tienen entre ellos», afirmó Zidane, en la sala de prensa del estadio de Cardiff, casi dos horas después de que su equipo se impusiera a la Juventus de Turín por 4-1.
«Yo no quiero decir que soy muy bueno porque antes no era un escándalo de entrenador y ahora tampoco soy el mejor. Me gusta el fútbol, tengo la suerte de estar en este club y trabajando se pueden conseguir cosas», añadió el siempre humilde técnico francés.
Desde que llegó al banco del Real Madrid en enero de 2016, Zidane conquistó dos Champions, una Liga española de fútbol y un Mundial de Clubes.
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«Aquí hay mucho talento y mucho trabajo. Cuando piensas que se pueden conseguir cosas, se puede, y estoy muy orgulloso porque todos han aportado su granito de arena», afirmó Zidane.
Sus logros no le han hecho perder la perspectiva, pero el técnico galo convino, eso sí, en que el Real Madrid hizo hoy historia y de manera justa.
«Sí, es seguro que hoy hicimos historia porque nadie lo había conseguido antes (ganar dos Champions consecutivas). Es un día histórico para todos los madridistas», aseveró Zidane con una sonrisa.
«Ha sido un año espectacular: ganamos la Liga en la última jornada y, luego, es muy difícil llegar a una final de Champions y lo conseguimos también», agregó.
Zidane reconoció la superioridad de «un grandísimo equipo» como la Juve en el inicio de la final, pero también destacó la de los suyos en la segunda parte del duelo disputado en Cardiff.
«La primera parte fue equilibrada, la Juventus salió muy fuerte y nosotros perdimos la posesión», resumió el técnico blanco.
«Les dije que teníamos que seguir con lo que estábamos haciendo pero meter más amplitud y presión, y jugar más en campo contrario. Cuando metemos movilidad y jugamos con poco toque, pasa lo que pasó; meter cuatro goles a la Juve no es fácil», añadió para explicar la reactivación del Real Madrid tras el descanso.
«En la segunda parte, fuimos muy superiores y, físicamente, ganamos el partido con esa determinación al final», consideró. «Hemos sido justos vencedores y me alegro».
Sobrio durante toda su comparecencia pese a la alegría que dijo sentir e intentó hacer patente, Zidane tampoco quiso abrazar el compromiso de por vida que, a través de los medios de comunicación españoles, le ofreció el presidente blanco Florentino Pérez.
«Toda la vida no existe, pero estoy muy contento y muy agradecido a este gran club, que me dio la oportunidad de entrenar a estos grandes jugadores», respondió Zidane a la propuesta de Florentino Pérez.
«Me queda un año (de contrato) y creo que voy a estar el próximo año, pero lo importante ahora es disfrutar de lo logrado este año», concluyó el discreto Zidane, no sin antes confesar que, en realidad, le gustaría «salir ahí y bailar».
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