Llegó como refuerzo de
lujo y de momento está dando sus frutos. El Zaragoza CFF ha puntuado por segunda vez en tres jornadas, algo
insólito esta temporada en un equipo que marcha último con siete puntos de 57
posibles. En los dos casos, el partido acabó empate a uno. En los dos casos,
marcó Zenatha Coleman.
La delantera aterrizó en
la ciudad aragonesa el pasado mes de enero, y en apenas tres partidos se ha
convertido en la jugadora por la que pasan las esperanzas de la salvación en la
Liga Iberdrola. La africana, natural de Namibia, ha firmado por lo que resta de
curso y la próxima temporada. Fue un fichaje sorprendente, teniendo en cuenta
su edad (24 recién cumplidos) y su bagaje goleador en un equipo, el Gintra
lituano, acostumbrado a disputar la Champions League femenina.
Allí, Coleman se
destapó anotando 59 de los más de 140 que hizo su equipo en Liga. En
competición europea, seis tantos en siete participaciones. Desde su llegada, se
ha convertido en una líder: “Creo en mi misma y creo en el equipo. Tengo
habilidad y puedo jugar en varias posiciones, puedo ayudar a mis compañeras. Vamos
a hacerlo, vamos a conseguirlo”.
Su irrupción ha
provocado entusiasmo entre la afición aragonesa, consciente de que necesita un
milagro para mantener la categoría. Sus dos goles, uno al Madrid picándola por
encima de la portera y otro al Betis con un recorte y ejecución maravillosas,
dan cuenta de que su nivel está bastante por encima del resto. Ya es la
tercera máxima goleadora de equipo (a solo dos de Yamamoto) con
apenas 270 minutos disputados.
El club aragonés
necesitaba moverse en el mercado y lo ha hecho bien. Las incorporaciones de
Darlene de Souza, Liucija Vaitukaityte, Armisa Kuc, Mayara Bordin y la
mencionada Zenatha Coleman dotan al equipo de mayor experiencia y
competitividad. ¿Será suficiente?