Llegó en el verano de 2015. El Atlético desembolsó más de 15 millones por él. Prometía en su paso por el Mónaco pero a su llegada a Madrid todavía tenía mucho por demostrar. Jugador diestro pero habituado a buscar el flanco izquierdo de ataque. Su capacidad de desborde es su mejor arma. Sí, hablamos de Yannick Ferreira Carrasco. Cada vez necesita menos presentaciones.
Su primera temporada le sirvió de rodaje. Fue dando muestras de su nivel pero el estilo de juego colchonero con cuatro mediocentros, no le facilitó el camino. En su debe estaba su aportación goleadora. Hace unos meses su calidad no se veía refrendada con dianas. Acabó su primera temporada con el sabor agridulce de marcar un gol en toda una final de Champions, pero que apenas sirvió, dado el desenlace que todos sabemos. El Real Madrid salió victorioso en la tanda de penaltis.
En agosto el telón liguero volvió a abrirse. Hacerse con la titularidad, su objetivo. Ver puerta y mantener su desequilibrio, el mejor método. Podemos decir que estamos en los primeros meses de la campaña y sus números están siendo netamente superiores. Es una evidencia que el cambio de sistema del Atlético en los primeros partidos le tuvo a él como el máximo beneficiado. Situar a Koke lejos de la banda dejaba una vacante a cubrir por los extremos de la plantilla. De hecho, ya suma 10 goles en todas las competiciones, seis en Liga, dos en Champions y dos en Copa del Rey. Tampoco se ha olvidado de asistir a sus compañeros, tres asistencias lo corroboran.
Uno de los factores a resaltar del Atlético es su capacidad por revalorizar a sus futbolistas. El máximo culpable de ello responde al nombre de Diego Pablo y se apellida Simeone. El año pasado el jugador diferencial era Griezmann. Tenía carta blanca para actuar en todas las zonas del campo. Su forma de leer el juego le permitía estar en cada momento donde su equipo requería. Eso nos mostró un jugador de tamaño pequeño pero de talla mundial.
Carrasco ha decidido tomar el testigo de Griezmann. El belga lo tiene todo para triunfar en el mundo del balón y la portería. Si mantiene su nivel actual, cada vez serán más los equipos que llamen a su puerta. El Atlético y por ende, Simeone tiene una joya a la que pulir. Jugando así, su nivel puede llegar a cotas no advertidas por el seguidor colchonero.
¿La meta del Atlético? Disfrutar durante mucho tiempo de la mejor versión de Ferreira Carrasco.
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