Síguenos de cerca

Motociclismo

Ya nadie quiere jugar a ser las Tortugas Ninja

En toda buena serie de dibujos animados que trascienda en la sociedad, más allá de la atracción que sienten los niños por los colores y las figuras, existe un personaje con el rol de maestro. Un mentor para los -futuros- héroes que calarán en el imaginario colectivo, que se plasmarán en las camisetas que compremos a nuestros hijos y cuyos muñecos de acción saturarán nuestras televisiones en Navidad. Unos héroes que, a más tardar en la tercera temporada, ya habrán superado en popularidad y poder al maestro.

No sé si hacer esta referencia irá en mi beneficio, pero aun a riesgo de sentirme demasiado mayor, recuerdo al Maestro Splinter, la rata con batín de señor mayor que fuma en pipa mientras lee el periódico por las mañanas, como uno de los grandes olvidados en las ‘Tortugas Ninja’. Ninguno nos pedíamos a Splinter para jugar en el patio, todos nos peleábamos por ser Donatello, Leonardo, Michelangelo o Raphael. Y si llegabas tarde a la ronda de selección, no optabas por ser el sensei. Preferías ir a la pista a jugar al fútbol.

Ese grado de popularidad entre los más jóvenes que comiencen a interesarse por el motociclismo es el que le espera a Valentino Rossi. El último título del ‘Doctor’ fue en 2009, hace ya 12 años, y los niños y niñas que, como hacíamos todos, se levanten con la ilusión de ver las carreras un domingo por la mañana, elevarán la imagen del Valentino director de equipo por encima del piloto. Los nuevos héroes que esos niños imiten jugando con su bicicleta, los pilotos que van a seleccionar en el videojuego oficial de la franquicia van a ser los pupilos del ‘46’ en su rancho. Las tortugas del Maestro Splinter.

Tres de los nombres propios que van a dominar la escena del motociclismo italiano y, por ende, mundial son ‘Pecco’ Bagnaia, Franco Morbidelli y Luca Marini. Las tres joyas de la corona de la VR46 Academy, y tres amigos íntimos de Valentino Rossi que entrenan habitualmente con el ‘46’, en su rancho, en Tavullia. Marini, además, es hermanastro de Rossi. Y no sorprendería, para nada, que los tres estuvieran por delante de su sensei en la clasificación final del campeonato.

Morbidelli ya demostró la temporada pasada que es candidato al título, que es capaz de ser muy rápido y aspirante a ser la primera Yamaha y, si las circunstancias lo permiten, podríamos estar ante el futuro campeón del mundo. ‘Pecco’ Bagnaia, por su parte, ha sido uno de los pocos pilotos en demostrar, desde Casey Stoner, que puede domar a la Ducati y esta temporada ha dado el salto al equipo oficial de la marca transalpina, tras la baja de Andrea Dovizioso. El ‘63’, junto a Jack Miller, son la apuesta de la firma roja para tratar de volver a ganar un título de la categoría reina. Marini, en cambio, debuta en MotoGP esta temporada y, a priori, será una temporada de adaptación a la categoría y a la Ducati. En principio, nos costará ver a Luca luchando por los podios pero su llegada a la categoría reina significa el debut del SKY VR46, equipo de Valentino Rossi, en la máxima categoría.

Valentino Rossi se subirá a la moto una temporada más, a sus 42 años, quién sabe si la última; y sus tres discípulos han superado las expectativas. El presente ahora es de ‘Pecco’, de Luca y de Morbidelli y, mientras tanto, los héroes ya han superado a su Sensei del Rancho. Aunque nos duela. El ímpetu irrefrenable del talento de la juventud ha dado lugar a nuevos héroes. Los niños y las niñas veneran a nuevos ídolos, la narrativa del campeonato exige nuevos aspirantes y en los patios de los colegios ya nadie quiere jugar a ser las Tortugas Ninja. 


Imagen de cabecera: ImagoImages

1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Motociclismo