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Ciclismo

Vuelve The Man of Man

Han pasado casi dos años desde su último triunfo en el Tour de Francia. Fue en la etapa de Saint-Amand-Monrond, el 12 de julio de 2013, jornada recordada por los abanicos que sacudieron el pelotón por el centro del país. Ni siquiera fue un sprint al uso, puesto que Mark Cavendish se impuso a Peter Sagan y a un grupo de otros siete ciclistas en la meta.

No se le ha olvidado, sin embargo, cómo se gana en las carreteras francesas al hombre de la isla de Man. Ha sido en Fougères, en la Bretaña, en el que puede que sea el último sprint masivo antes del final de carrera en París -pocas opciones se presentan en las dos semanas anteriores-. Mark Cavendish fue el más inteligente en una volata mal lanzada por sus rivales, cogiendo la rueda buena de Greipel y Sagan y aprovechando el interior de la ligera curva que hacía el final.

Esta vez no tuvo que perder la compostura, con malos gestos -incluso peligrosos algunos- al cruzar la línea. Calmado, explicaba paso a paso cómo había realizado este, por fin, triunfal sprint para conseguir alzar los brazos por 26ª vez en el Tour de Francia. Un nuevo éxito que le coloca en el podio de los ciclistas con más victorias de etapa en toda la historia de la Grande Boucle, solo por detrás de los excepcionales Eddy Merckx (34) y Bernard Hinault (28).

 

Desde 2008, cuando contaba apenas con 23 años, Cav ha sido el gran dominador de los sprints masivos en la superélite del ciclismo. De hecho, solo entre 2009 y 2011 venció 23 etapas en grandes vueltas, 16 de ellas en el Tour. Sin embargo, en los últimos tiempos el paso de la que fue su mejor época, los cambios de equipo hasta llegar al actual Etixx y el salto de nivel de otros velocistas como Greipel, Sagan o Kittel habían reducido su espacio. Tres triunfos en el Tour 2012, dos en el de 2013 y, desde ese mes de julio, apenas un par de triunfos de tronío (uno en Tirreno, otro en la clásica Kuurne-Bruselas-Kuurne) en dos años completos. Escaso bagaje.

Dejado atrás el trauma de la caída en Harrogate en la 2ª etapa del último Tour de Francia, la propia Gran Bretaña, y tras ser superado por un brutal André Greipel en los dos primeros sprints de la presente edición de la carrera, tras sendos errores de cálculo fuerza por parte suya y de sus lanzadores, Cavendish se redimió por fin con este triunfo. Lo hizo precisamente por delante de los mismos Greipel y Sagan que le han amargado la sonrisa últimamente y le hicieron caer fácilmente en la desesperación en esas mismas volatas.

Han pasado más de ocho años desde que se dio a conocer con su triunfo en el Scheldeprijs belga, 30 primaveras suma ya Mark Cavendish, quizás lejos de unas épocas de dominio déspota que no volverán, pero siempre protagonista cuando las bicicletas alcanzan velocidades de vértigo en busca de la gloria. The Man of Man será recordado, pero ha vuelto y no está acabado

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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