'Volver' a ritmo de tango en Sevilla

En Sevilla volverá a sonar el tango la próxima temporada. El Ramón Sánchez-Pizjuán se transformará por momentos en el Café Tortoni de Andalucía deleitando a los aficionados del compás característico de Argentina. Los movimientos, la sincronización, la belleza, la música. Vuelve el ritmo a Sevilla, vuelve Éver Banega.

«Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno.»

Así comienza uno de los tangos más conocidos a nivel mundial: ‘Volver’. Una estrofa que sonaba en la cabeza de Banega cada día en Milán. Unas palabras que desde el primer minuto que dejó Sevilla, rondaría en su mente. Sabía que algún día, debía volver al lugar que le devolvió a la élite, al lugar que le hizo recuperar la titularidad en la selección argentina, al lugar que le llevó a conseguir un gran contrato donde las luces brillan más fuerte, pero con un tono menos cálido. Ese día ha llegado. El retorno a ese lugar devuelve la sonrisa a un futbolista que espera recuperar el nivel mostrado en una año tan importante como es el previo a un Mundial.

«Bajo el burlón
mirar de las estrellas
que con indiferencia
hoy me ven volver.»

No es indiferencia sino controversia. La vuelta de Banega a cambio de 9 millones de euros ha provocado una división de opiniones en la capital hispalense. Y es que el talentoso centrocampista se fue gratis para mejorar su situación personal y ahora vuelve tras un año sin brillar demasiado bajo las estrellas italianas. Por otro lado, la parte que piensa que la operación siempre será barata teniendo en cuenta que son otras estrellas -las de la Champions- las que deben brillar en Nervión la próxima temporada. Y para que su luz deslumbre deben estar los mejores, y Éver es uno de los mejores.

«Sentir
que es un soplo la vida
que veinte años no es nada
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra.»

No son 20 años pero lo parecieron. La solución de conseguir a ‘Nasri’ en el último minuto de la pasada temporada resultó tener un efecto achampanado. Un nombre de categoría internacional que tuvo su momento efervescente pero que quedó sin gas en el momento cúlmen. Sus primeras actuaciones dejaban con la boca abierta, las últimas también pero por motivos muy diferentes. En ese momento, la sombra de Banega se vislumbraba en el Ramón Sánchez-Pizjuán, su nombre se rumoreaba en voz alta en la grada del estadio sevilllista.

«Volver
con la frente marchita
las nieves del tiempo
platearon mi sien.»

Ha llegado el momento. El momento de volver a deleitar con el ritmo de su juego, volver a a hacer bailar a sus compañeros, volver a buscar una pareja que le siga en su armonía, volver a seducir con su elegancia cada vez que pisa el césped, volver a hacer soñar con su fútbol, VOLVER.