El Gobierno uruguayo creará un registro de hinchas violentos y adoptará otra serie de medidas de aplicación inmediata, en un intento por controlar la violencia en los espectáculos deportivos, especialmente en el fútbol, anunció hoy el presidente del país, Tabaré Vázquez.
La venta de entradas será contra presentación del documento de identidad del adquirente en locales comerciales y ya no más en los mismos escenarios donde se disputarán los partidos.
«Quien va a comprar una entrada, compra para él y su familia, pero quien quiere comprar cien, seguramente será para revender. Entonces hay que ir a fondo en el tema y mejorar los controles», dijo el presidente uruguayo.
Vázquez anunció también que el registro de hinchas será mantenido en reserva, de acuerdo con las leyes vigentes. Cuando se identifiquen hinchas violentos, se aplicará el derecho de admisión y se tomarán medidas, como la detención de esa persona unas horas antes del comienzo de un partido y hasta algunas horas después de la finalización. Vázquez exhortó a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) a instalar cámaras de identificación facial, tal como se ha comprometido a hacer, para facilitar la tarea de la policía.
Algunos sectores del Estadio Centenario serán definitivamente clausurados y se realizarán obras de readecuación para evitar, por ejemplo, el tránsito de espectadores desde un sector a otro de una misma tribuna, o incluso de una tribuna a otra. El presidente uruguayo anunció asimismo que se colocarán cámaras de seguridad en los alrededores de los principales estadios, cuando haya partidos de alto riesgo.
Este domingo, durante los festejos de Nacional por el nuevo título de Campeón uruguayo, unas 200 personas provocaron destrozos en comercios, viviendas particulares y automóviles y hubo denuncias de varios robos en el centro de Montevideo. La policía detuvo a varias personas, mientras se busca a otras que fueron identificadas mediante las cámaras de seguridad que están colocadas en la vía pública.
En las últimas semanas, una treintena de seguidores de Nacional y Peñarol fueron enviados a la cárcel por participar en enfrentamientos armados y trifulcas dentro y afuera de los estadios. El presidente de Uruguay agregó que «si se encuentran vínculos entre las barras bravas y los dirigentes, estas situaciones se presentarán ante la Justicia para que determine responsabilidades«.
