Ganar un derbi siempre te produce euforia. Sobre todo en el derbi romano. El equipo de Luciano Spalletti venció 0-2 a la Lazio con goles de Strootman y Nainggolan y provocó la exaltación de muchos de sus aficionados presentes en las gradas del Olímpico. Entre ellos, un vigilante que no pudo reprimir sus ganas de cantar.