Un aeropuerto para L’Aeroplanino

Nadie daba un duro por Vincenzo. La decisión más arriesgada
de Óscar Arias y Pepe Castro esta temporada fue la elección del técnico
italiano en sustitución de Eduardo Berizzo. Director deportivo y Presidente
sabían que era un ‘todo o nada’. La cabeza de ambos, en las manos de Montella.

Pocos creían que el ex entrenador del Milan era el hombre
ideal para recuperar al Sevilla. Por muchos motivos. Por conocimiento de liga y
club, por sus antecedentes manejando vestuarios con egos a la alza, por su
conocido amor por el fútbol ofensivo cuando el equipo evidenciaba serios
problemas defensivos, por no llegar en el momento adecuado. Pero Montella ha
sabido manejarse bien en una situación complicada y con un ambiente hostil. Su
debut fue ante el Betis, y encajó cinco tantos. No pudo empezar peor. Pero le
salvó el tiempo. Primero, el poco tiempo que llevaba al frente del barco
sevillista cuando recibió ‘la manita’ del máximo rival. Segundo, el poco tiempo
que ha necesitado para cambiar la idea erróneamente preestablecida con su
llegada.

Dos meses y una eliminatoria y media han sido su gran aval.
La imagen del Sevilla FC ante el Atlético de Madrid en semifinales de Copa del
Rey dejó bien claro de lo que es capaz esta plantilla con Montella en el
banquillo. El partido de ida ante el Manchester United fue quizás el mejor
partido visto en el Ramón Sánchez-Pizjuán esta temporada a pesar del injusto
0-0. Pero los enfrentamientos directos no han sido los únicos puntos a favor
del técnico napolitano. En Liga, más allá de algún desliz previo a partidos
importantes, Vincenzo Montella suma 12 puntos de los últimos 15 posibles y
mantiene al equipo con la esperanza de conseguir el ansiado cuarto puesto.

Desde la llegada del nuevo entrenador, el Sevilla tiene un
porcentaje de imbatibilidad que supera el 76%. El equipo hispalense pierde un solo
partido de cada cuatro encuentros disputados. Sin dudas, mérito de Montella,
que además de recuperar a jugadores como N’Zonzi, Jesús Navas o Muriel, ha
conseguido activar a la ‘segunda línea’ del equipo. El trío que suele jugar por
detrás del delantero colombiano –especialista en crear huecos para sus
compañeros- ha sumado 13 goles y 12 asistencias desde que el italiano está al
frente. Hasta entonces, prácticamente desapercibidos.

Sesenta días. Dos meses. Apenas 17 partidos. Por delante,
otros dos meses. El partido ante el Valencia, la vuelta ante el Manchester y la
final de Copa del Rey ante el FC Barcelona. Las formas son importantes. De
ellas también dependerán su futuro. Sobre todo si se pierde. No es lo mismo caer
como se cayó en el derbi, a caer con la cabeza alta. Pero yo, desde mi humilde
opinión y utilizando estas modestas líneas, me atrevo a pedir un proyecto para
Montella. Ya. Como importante serán las formas en encuentros venideros,
importantes han sido las formas en sus primeras ocho semanas.

L’Aeroplanino aterrizó en Sevilla en
una pista mojada y sin luces. Ahora, su trabajo demanda un aeropuerto para poder
hacer despegar al equipo a su manera. Y yo, compro con antelación un billete
para viajar con Vincenzo la próxima temporada. A donde me lleve.