En una entrevista a SportBild un mes después de su regreso a la presidencia del Bayern München, Uli Hoeness ha comentado que tiene pensado poner una norma a los nuevos jugadores que fichen por el club bávaro. Esta medida no es otra que exigirles «que hablen más alemán», para que así no se formen los típicos grupitos por nacionalidades u otros temas.
La idea del presidente es que, si no aprenden el idioma paguen una multa. Para ello, sugiere que los jugadores que tengan problemas con el alemán dediquen unas dos horas diarias para perfeccionarlo o aprenderlo. Esta medida hará, según el precursor, que el club pueda estar más unido dentro y fuera del campo.