Desde que Cristiano luce el blanco en camiseta y pantalón siempre le ha gustado incendiar el Camp Nou. Ha anotado un total de 10 goles al F.C.Barcelona en su propio feudo, convirtiéndose así en uno de sus peores rivales. Goles que valen ligas, de penalti, al primer toque, en los últimos minutos. En definitiva, de todos los colores.