El estadounidense Tiger Woods subió más de 500 puestos en el ranking mundial de golf después de su buena actuación en el torneo Hero World Challenge, que se disputó en Bahamas.
Woods, ganador de 14 «majors», pasó así del puesto 1199 al 668, en su regreso después de 10 meses inactivo. En Bahamas, terminó noveno con 280 golpes, ocho de ellos bajo el par y a diez del ganador, su compatriota Rickie Fowler.
El estadounidense, que se sometió a cuatro cirugías de espalda en los últimos tres años, había jugado por última vez en febrero en Dubai, donde se retiró después de la primera ronda. El golfista siente que le viene un «futuro brillante» al completar los 72 hoyos sin dolor.
En el torneo, a beneficio de su fundación, el californiano estuvo seguro, cómodo y «emocionado de la manera como su cuerpo se comportó en los cuatro días de competencia». Sin titubear, Woods aseguró ante periodistas que de llegar a sentir nuevamente el dolor en la espalda «no dudaría en decirlo».
«Pero la verdad es que me siento muy bien ahora», agregó el golfista que fue arrestado en mayo pasado por conducir en estado de intoxicación luego de ser hallado cerca de su casa en la Florida dormido sobre el volante de su auto.
La última de las 79 victorias de Woods en el circuito de la PGA fue en agosto de 2013, cuando aún era número del ránking.
Sin embargo, el golfista tiene razones de sobra para ser optimista: su vida privada parece fuera de los escándalos, el dolor luce controlado y los problemas con las autoridades están resueltos. «Tengo que sentarme a revisar el calendario del próximo año para jugar lo suficiente», aseguró al final del torneo. «Estoy muy satisfecho con lo que logré y voy por más, quiero seguir compitiendo», sentenció.
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