‘The Rock’ Richmond: el anotador silencioso

Mitch
Richmond nunca fue un nombre que sonó demasiado en la postemporada de la NBA,
su récord en su longeva carrera como jugador de la liga americana se sitúa en
432 victorias por 544 derrotas distribuidas en trece temporadas, un porcentaje
de victorias de poco más del 44%. Esta cifra, comparada con los otros grandes
escoltas de los 90, dejando al celestial Michael Jordan de lado, sitúa a Reggie
Miller en más del 55% y a Clyde Drexler en más del 61%.

La
carrera de Richmond en los playoffs de la NBA fue de solo 23 encuentros, Miller
disputó 144 en los Pacers de Indiana mientras que Draxler jugó uno más que
“Miller The Killer”. Cuando su baloncesto, su físico y su tiro le fueron
dejando atrás, ganó un anillo de campeón de la NBA, era el 2002 y Los Angeles
Lakers de Shaq y Kobe brindaron a The Rock la despedida soñada en su último
partido como profesional.

A pesar
de su escasa incidencia en los playoffs de la NBA, Mitch Richmond ingresó en el
Hall of Fame demostrando con todo merecimiento estar a la altura de Drexler o
Miller, de hecho, durante la década de los 90, el escolta que más anotó durante
esos años no fue ni Jordan, ni Drexler, ni Miller, fue Richmond, demostrando
una capacidad anotadora superlativa en equipos de perfil medio y bajo.

Pero
comencemos por el principio, en junio de 1988 fue seleccionado en el draft de
la NBA por los Golden State Warriors en la quinta posición del draft, fue el
único de su generación que posteriormente fuera elegido en el Salón de la Fama.
En ese draft destacaron hombres como Danny Manning (1), Rik Smits (2), Hersey
Hawkins (6), Dan Majerle (14), Rod Strickland (19) o Steve Kerr (50).

Si ahora
los Warriors han creado una dinastía poderosa, aquellos Warriors eran conocidos
como la ‘Run TMC’ por sus protagonistas y su facilidad y especialización para y
por el contraataque. El trío de ases que alegró la NBA desde 1988 hasta 1991 y
que reunió a Tim Hardaway, Mitch Richmond y Chris Mullin, en el banquillo el
gran y extravagante Don Nelson. En la Bahía de San Francisco acudimos a finales
de los 80 a la demostración visual de un baloncesto que en aquella época era
impensable, era un baloncesto más de la época actual. Robar, correr y avasallar
al rival. Las elecciones de draft de los Warriors de Mullin (1985), Richmond
(1988) y Hardaway (1989) posibilitaron la opción de que la TMC fuera el trío
más anotador de la NBA durante la 1990-1991, a partir de ahí, nuestro
protagonista abandonó la Bahía para trasladarse al interior de California, en
la capital de su Estado, Sacramento.

‘The
Rock’ no era el típico escolta anotador, ligero y liviano, Richmond aprovechaba
siempre la ventaja física ante defensores menos pesados para percutir en la
zona donde aprovechaba su físico para generar ventaja. Al propio Michael Jordan
se le atribuye la frase de que Richmond fue el jugador más difícil que se ha
encontrado por su dificultad para superarle en ataque y para pararlo en
defensa.

Llegó a
los Kings en un traspaso fatal para los intereses de los Warriors, ya que
traspasaron a un escolta de más de 20 puntos por partido por el número 3 del
draft de 1991, Billy Owens. En los Kings, Richmond se consolidó como uno de los
mejores anotadores de la liga, aunque pertenecer a un equipo de la parte baja
de la conferencia Oeste le restó protagonismo mundial. Sin embargo, fue
seleccionado regularmente para los All-Star, y llegó a ser el MVP del partido
de las Estrellas en Phoenix allá por 1995. Sacó a los Kings de la mediocridad
absoluta para llevarlo a los playoffs y comenzar con los mejores años de la
franquicia californiana, ya sin Richmond en el plantel.

En 1998,
Richmond fue cambiado junto con Otis Thorpe a los entonces conocidos como
Washington Bullets por el ala-pívot Chris Webber, en un traspaso que cambió la
historia de Sacramento Kings, que transformó un equipo eminentemente perdedor
en uno de los mejores equipos de la liga donde solo fueron frenados por los
Lakers de Shaq y Kobe. Terminó su carrera en los Wizards tras su marcha de
Sacramento, y tras tres temporadas por el Este, volvió a California para
coronarse campeón con los Lakers en la temporada de su retirada. Durante toda
su carrera, lanzó por encima del 40% en tiros de campo y es uno de los, de
momento, 45 jugadores que han superado la barrera de los 20.000 puntos anotados
a lo largo de su carrera NBA. En cuanto a otra de sus especialidades, el
lanzamiento de 3 puntos, se sitúa en la posición decimocuarta de mejor
porcentaje de acierto en triplistas con más de 1000 triples anotados con un 39%
tras los Curry, Allen, Rice, Miller, Stojakovic, Ellis, Houston, Barry, Miller,
Redick, Nash, Thompson y Korver.

Un
palmarés de altura a lo largo de una distinguida carrera que acabó con un oro y
un bronce olímpico (Atlanta y Seúl), rookie del año y primer quinteto rookie en
1989, 3 veces elegido en el segundo quinteto de la NBA y 2 ocasiones en el
tercer equipo, el citado MVP en el All Star de 1995 y el broche de campeón en
Los Angeles Lakers con el ansiado anillo de 2002.