Tras unas finales de conferencia mucho menos igualadas de lo que se esperaba, Warriors y Cavaliers van a disputar las Finales de la NBA. Serán las segundas en la historia de Cleveland (2007) que nunca ha ganado el anillo, y las quintas para la franquicia de la bahía (1956, 1963, 1967, 1975), que ganó el título en el ’56 y el ’75. Las Finales se juegan con un formato distinto al del resto de los playoffs, el 2-3-2, en este caso con ventaja de campo para Golden State.
Los grandes favoritos para la victoria son los Warriors. Han ganado el oeste por primera vez en 40 años, derrotando a los equipos de tres de los cinco componentes del mejor quinteto de la NBA (Anthony Davis, Marc Gasol y James Harden). Si ganan a LeBron James en la final, Stephen Curry será campeón derrotando a sus 4 compañeros en el All-NBA 1st Team.
Acabaron su camino por el oeste con un record de 12-3, y con solo una derrota en el Oracle Arena, y ya han dejado partidos para el recuerdo, como la remontada de 20 puntos en un cuarto en el 3º partido contra los Pelicans o la tremenda paliza a los Rockets también en el 3º de la final de conferencia. Han demostrado que pueden jugar contra todos los estilos de juego, y que en defensa son tan fuertes como lo son en ataque. El banquillo también ha funcionado, hombres como Livingston, Iguodala o Ezeli han tenido actuaciones clave durante muchos momentos, y Steve Kerr como entrenador ha sabido leer perfectamente a los contrarios, y ajustar para mejorar los defectos de su equipo (el movimiento de emparejar en defensa a Andrew Bogut contra Tony Allen en la serie contra Memphis dio la vuelta a la eliminatoria).
La sensación que hay alrededor de ellos, es que si ni Grizzlies ni Rockets han podido derrotarles, nadie lo hará. Klay Thompson sufrió una conmoción cerebral en el último partido, y es duda para el primer partido, pero parece que finalmente jugará. El resto del equipo llega en buen estado físico, con todos disponibles y listos para el desafío.
Cleveland ha vuelto a ser campeón del este en el primer año del retorno a casa de LeBron. Lo han hecho con mucha solvencia, sobreponiéndose a bajas muy importantes y demostrando que por ahora, en la conferencia este no hay nadie que tenga la fórmula para parar a James. La estrella de Akron jugará la final por quinta vez consecutiva, algo que nadie ha conseguido desde los míticos Celtics de los años 60.
En su camino a la final, han barrido a unos inexpertos Celtics en primera ronda, y a la sensación del Este esta temporada, los Atlanta Hawks. El único equipo que ha podido plantar algo de cara a los Cavs fueron los Bulls, que consiguieron llevar la serie a 6 partidos. Sin embargo, estas victorias se han cobrado un alto precio. Kevin Love se lesionó para lo que queda de temporada en el comentadísimo enganchón con Kelly Olynyk, y Kyrie Irving está jugando con una lesión que ha mermado mucho su rendimiento. En los últimos partidos, Blatt está usando una rotación muy corta, de 7-8 jugadores, jugando muchos minutos con LeBron como falso interior.
Comparando los quintetos de ambos equipos, los Warriors tienen ventaja en todas las posiciones, menos en el emparejamiento con LeBron, a quien Kerr tratará de parar usando a Barnes, Iguodala, e incluso a Draymond Green. En el “backcourt”, Curry puede destrozar a la pareja Dellavedova/Irving lesionado, y Klay Thompson es un jugador a priori muy superior a Shumpert o al renacido J.R. Smith. Por dentro Tristan Thompson y Mozgov intentarán hacer daño a Green y Bogut; quienes ya se han impuesto a juegos interiores como el de Davis y Asik en Pelicans, Gasol y Randolph en Grizzlies y Smith y Howard en Rockets, todos ellos bastante superiores a Mozgov y Thompson. Los Warriors tendrán que tener cuidado con J.R. Smith, que saliendo desde el banquillo está jugando el mejor baloncesto de su carrera, siendo claramente el 2º mejor jugador de los Cavaliers en la final de conferencia
LeBron tendrá que dominar el juego como ha hecho durante todos los playoffs, y los secundarios tendrán que dar un paso delante aún mayor que el que han dado ante las bajas. Aun así, puede no ser suficiente.
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