El Sunderland vivió uno de sus peores momentos con el descenso a Championship el pasado mayo tras más de un lustro luchando cada temporada por salvar la categoría máxima del fútbol inglés.
Milagros hubo de Di Canio, de Poyet, de Allardyce, pero el equipo no logró mantenerse en Premier League el año que David Moyes guió los mandos de la nave de los ‘blackcats’. La pesadilla de un descenso sigue muy presente en todo lo que va de temporada, ahora el Sunderland trata de escapar del descenso a League One en una Championship muy dura en la que aún no conocen la victoria en su estadio.
El Stadium of Light se ha convertido en un martirio para los aficionados locales del Sunderland, que han visto como en este 2017 siguen sin ver a su equipo ganar, no ocurrió en la primera mitad del año en Premier League, no ocurrió en amistosos de pretemporada, y de momento, no ha ocurrido en Championship, donde el Sunderland solo suma dos puntos de veintiuno posibles.
El récord, ahora con Simon Grayson en el banquillo sigue aumentado jornada tras jornada en un equipo diseñado para el ascenso a Premier League y cuya liga, le dio más de 50M€ del presupuesto destinado a ayudar a los equipos que descienden a la segunda división del fútbol inglés, la famosa ‘cláusula paracaídas’.
Las llegadas de McGeady, McManaman, Browning, Steele, Grabban, Jonny Williams, Marc Wilson o Brendan Galloway no han dado el rendimiento esperado en los blackcats, que en los 14 partidos disputados hasta la fecha solo han logrado 9 puntos y son penúltimos solo por delante del Bolton Wanderers que cierra la tabla de Championship.
For all Stoke fans moaning about our home record, think yourselves lucky you are not a Sunderland fan; yet to win a home game in 2017. pic.twitter.com/V6qqQCBWE4
— David Edwards (@djestoke) 30 de octubre de 2017
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