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Otra victoria para el Barcelona. Otra victoria para Xavi Hernández. Otra portería a cero de Ter Stegen. Esta temporada está siendo la dinámica imperante, eso sí, contra todo pronóstico. Si bien se esperaba mucho de este equipo tras el gran mercado de fichajes de verano, a nadie se le ocurría que el dominio en LaLiga fuese a ser tal. El 2-0 ante el Cádiz devolvió la ventaja con el 2º clasificado a los 8 puntos.

Antes de comenzar el encuentro había un murmullo negativo en Barcelona. Si bien partían como claros favoritos, los partidos ante el Cádiz no es extraño que se atraganten. Bloque bajo, ejercicio defensivo y contrataque, tres pilares del juego cadista anoche en el Camp Nou. Además, partido entre la ida y la vuelta contra el Manchester United, la cabeza puesta en otro sitio y muchas rotaciones en la alineación titular. En resumen, un cóctel perfecto para que se cortase la racha de victorias del Barça. Pero un equipo que pretende ser campeón de la regularidad debe saber sobreponerse a estas cosas, ya sea que no tengas a tus estrellas habituales o que el partido sea después de comer y te pesen los macarrones en la barriga, hay que hacerlo.

Eric García entró para sustituir al sancionado Araújo (acumulación de amarillas) desplazando a Christensen a la derecha. Sin Pedri y con Busquets en el banquillo, Xavi volvió al sistema de tres centrocampistas dando entrada a Sergi Roberto -con De Jong y Gavi-, y a Ferran y Ansu arriba, uno a cada lado de Lewandowski. Ambos extremos acabarían siendo la cara y la cruz.

La primera parte culé fue magnífica. Tanto fue así que, cuando parecía que el partido se iría al descanso sin goles, terminaría dándonos el resultado final. Al 43′ impresionante jugada de Ferran que termina en gol de Sergi Roberto. Al 45’+1′ latigazo de Lewandowski desde fuera del área para el 2-0. La segunda mitad ya sería más tranquila, menos dominio local y ocasiones para ambos, incluidos dos tiros al palo cadistas que por poco recortan distancias.

Como decía antes, Ferran y Ansu fueron la cara y la cruz. Ferran es un jugador poco habitual que ha recibido muchas críticas por sus dudosas actuaciones, pero anoche saltó dispuesto a reivindicarse. Fue el MVP del partido de largo, un puñal constante por la banda derecha culé. Un dato para ilustrarlo: completó 10 regates (13 intentos), récord en LaLiga en lo que va de temporada. Su jugada en el 1-0 es impresionante. Por el otro lado, Ansu fue la parte negativa. Lo intentó con insistencia, pero no le salió prácticamente nada. Tuvo dos intentos de disparos en los que ni siquiera logró contactar con el balón, algo extrañísimo en él. La joven joya del Barça continúa en proceso de recuperación, ya no física, sino mental. Eso sí, el Camp Nou le mostró su cariño y su confianza en él coreando su nombre al unísono y pese al mal partido. Por desgracia estos no evitaron que se marchase frustrado consigo mismo.

Otra portería a cero, ya son 17 en 22 partidos. Por supuesto son el equipo que menos goles encaja de las cinco grandes ligas y con defensa y portero a este nivel no se vislumbra cuándo va a acabar esta racha. Sin duda está siendo uno de los porqués de que el Barça esté tan arriba.

Imagen de cabecera: Getty Images

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