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Fútbol Internacional

Sin rodeos: La Europa League también merece respeto

Hay dos momentos que todos los futboleros esperan a lo largo de la temporada: el mes de mayo, con las fases decisivas de todas las competiciones y el posterior inicio del torneo de selecciones de turno; y el mes de febrero. Y no, no es por San Valentín, sino porque vuelve la Champions League, la competición donde los más grandes de Europa se miden entre sí, la competición donde puedes embellecer una temporada sin hacer uso del photoshop de los fichajes del verano de después. Pero muchas veces nos olvidamos que en febrero también vuelve una competición más chiquitita (al menos en cuanto a espacio en la prensa diaria), que se quiere hacer grande. Esta competición siempre tuvo envidia de la Champions League, su hermana mayor, pero también quiere que alguien la espere en febrero ilusionado, por supuesto, hablo de la Europa League.

La Europa League o Champions naranjita es una competición muy polivalente, puede servir para asentar las bases de un proyecto (véase Atlético de Madrid), darle un valor añadido para tu afición (véase Sevilla), aprovechar el escaparate que te da ganarla y ya de paso hacer caja (véase Oporto) o simplemente salvar la temporada con un título (véase Chelsea). Para bien o para mal, esta competición tiene algo que quizá le falte a todas las demás: igualdad y competición.

Porque en los campeonatos ligueros (al menos en la mayoría) siempre están los grandes de turno sometiendo al resto, en las copas a doble partido más de lo mismo y ya ni hablamos de la Champions, donde las tres apisonadoras de siempre (sabéis a quiénes me refiero) se van abriendo paso una y otra vez verse las caras en semifinales. La Europa League en cambio no es así.

 

La Europa League es igualdad, es fútbol y es ninguneada por el gran público, pero cada vez es más valorada por los clubes que la juegan. El ejemplo más claro, cercano y reciente es el del Villarreal, enfrentado al Napoli en dieciseisavos de final de la competición, y que decidió salir a jugar el pasado domingo al estadio del Atlético de Madrid (un equipo de su Liga según el Cholo) con los suplentes porque según palabras de Marcelino, «La Europa League es una competición que ilusiona«, y vaya si se ha notado, que se lo digan sino a Sarri.

Ya es hora de que abramos los ojos ante una competición ninguneada pero con la fuerza suficiente para seguir abriéndose hueco en territorio hostil. Seguro que Braga, Valencia, Fenerbahçe, Athletic, Bayer Leverkusen, Sparta Praga, Lazio, Liverpool, Shakhtar Donetsk, Borussia Dortmund, Manchester United, Sevilla, Villarreal, Tottenham, Basilea y Anderlecht van a seguir dando espectáculo y consiguiendo que la Europa League consiga (por fin) el respeto que se merece. Si sigue sin ser así, ellos se lo pierden, ya la disfrutaremos nosotros.

Periodismo deportivo | Especialista en selecciones europeas | Dirijo @RoadToEuro2016 | Narro y comento en radio | En @SpheraSports, @RevistaSPGO y @elenganche.

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