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Serie A

Serie A, bendita locura

Apurando el mes de mayo, el campeonato italiano puso punto y final a 38 jornadas alegrías y decepciones, pasión y calculadoras, sorpresas y fracasos, grandes confirmaciones y algunos desastres ya habituales, además de las habituales vicisitudes que asaltan y asolan el Calcio desde fuera del campo.

Rompiendo todos los tópicos, desde hace tiempo pasados de moda, la Serie A terminó con un festival de goles, una sucesión de conexiones, sobresaltos, expulsiones y cambios de guion que, curiosamente, colocaron a la italiana como la liga más goleadora de la temporada entre las grandes de Europa.

Algo que solo se puede entender por la pasión con la que se vive el fútbol en este país, visto que, con todo solucionado, solo un partido tenía algo realmente en juego: el Napoli-Lazio que se convirtió en uno de los mejores partidos del año. Seis goles, dos expulsiones, remontadas, un penalti fallado en un momento decisivo por Higuaín, golpes y contragolpes continuos que terminaron con la escuadra de Pioli justamente en Champions League y el Napoli, quinto y hundido en la despedida de Benítez. Colofón perfecto a la Serie A.

 

Mientras, Luca Toni y Mauro Icardi, el pasado y el futuro próximos del gol, empataban como capocannonieri de esta Serie A con 22 tantos. El Parma se despedía del campeonato, quien sabe si de su vida en activo, con un empate en Génova, donde la Sampdoria con toda probabilidad jugará en Europa. O en Cagliari decían adiós después de 11 años a la Serie A y después de algunos a su gran capitán Daniele Conti. En Reggio Emilia Zaza y Berardi saludaban a su afición con goles y en Roma el equipo de Totti caía derrotado ante el Palermo, un triste pero adecuado final a su temporada.

Con la Juventus como estandarte, tras su doblete y la final de Champions, la Serie A esta temporada ha vuelto a asomar la nariz en Europa, a nivel de clubes y a nivel de jugadores. Y los jóvenes Berardi, Dybala, Rugani, Icardi, Perin, Morata, Mauri, Anderson, Vázquez, Gabbiadini, amén de Pogba, le han dado al campeonato una brillantez aderezada con el desparpajo de edad. Escaparate de futuro.

Y a pesar de que estos futbolistas probablemente huirán, que las críticas aun arrecian sobre el nivel de juego, el caos institucional impera, el arbitraje sigue ofreciendo dudas, los ultras aun son un problema, los problemas económicos son evidentes, los equipos de Milán están en un hoyo y un sinfín más de cosas, esta temporada deja en Italia un cierto optimismo. Y aunque probablemente sea un contradictorio espejismo, Italia seguirá amando este Calcio. Por Historia, por historias y por pasión.

Madrid, 1993. Oscense de adopción. Editor en @SpheraSports. Combino Calcio y ciclismo con todas las consecuencias.

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