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Real Madrid

Serenidad

¿Qué diría David Gistau? Nos lo preguntamos muchas veces los que tenemos que escribir semana tras semana del Real Madrid. Y es que tras la clasificación lampedusiana -término que utilizaba el celebérrimo escritor- de los de la capital en Anfield se vuelven a acercar a lo que estremece a la España más cainita: otro título de la Champions League. “Eso no debería ocurrir”, se dicen muchos detractores sacudidos por el mal torneo de los merengues. Parecía que ni la clasificación a octavos era posible. Ahora Estambul, dejando a un lado las bromas capilares, está muy cerca.

El aficionado del Liverpool, al ver a Fede Valverde desplazado al lateral derecho, tuvo que sentirse como un tipo normal entrando a Linkedin: ilusionado por el gran número de mensajes y notificaciones hasta que se da cuenta de que todo son anuncios. Porque Sadio Mané encaró y encaró hasta la saciedad, pero no pudo con el alma del pajarito ni con ese tótem defensivo llamado Casemiro; que tiraba ayudas sin cesar. Zinedine Zidane, consciente del vértigo inglés y del cansancio que arrastran la gran mayoría de sus futbolistas, le pidió a su escuadra que mantuviera el cuero; pidiéndolas todas al pie y evitando pérdidas. Le salió muy bien.

Su siguiente rival en su camino al trono será una de las mejores defensas de Europa. Quién lo iba a decir de Thomas Tuchel. El alemán siempre compuso sus equipos con la idea de tener el balón por encima de cualquier cosa. Lo que ha conseguido en el Chelsea tiene mucho mérito: ha armonizado una plantilla repleta de estrellas, pero sin personalidad, en una preparada para los diferentes retos que plantea el fútbol actual. Los blues pueden ser directos, propositivos o contragolpeadores en el mismo choque.

Y en el banquillo blanco sigue habitando un Zidane al que todos llaman “brujo”. Aunque muchos lo dicen de guasa, el tono casi peyorativo esconde a lo que nos enfrentamos hoy en día. Recuerda a cuando Arturo Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española desde 2003, escribe su opinión sobre los problemas que tiene la enseñanza del español hoy en día. “¿Usted va al médico a decirle cómo operar?”, le espetan las hordas reaccionarias de Twitter. El francés, que lo ha ganado todo como jugador y entrenador, parece que debe seguir apelando a la suerte para cumplir ese sino que muchas veces parece escrito para los del Bernabéu. Por lo menos ya hemos olvidado que es un gestor. Ahora es, parece ser, un alineador.  

Imagen de cabecera: Imago

Martorell (Barcelona), 1996. Periodista freelance. Amante del fútbol y loco por la Premier League. En mis ratos libres intento practicarlo.

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