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Seiscientas veces Messi

La barrera puede saltar, el
portero alargar tanto como pueda la yema de sus dedos. Tres jornadas
consecutivas marcando de falta directa. Es un tiro infalible. Y cuando sale de sus botas sabes que va a terminar justo en ese lugar, donde
tantas veces. Así, se cumple una cifra goleadora que alcanza los 600, con 30
años y 747 partidos disputados. Una carrera deportiva acompañada con el gol,
aquel protagonista que puede hacerte tan feliz y ocasionarte tanto daño.  

El gol es la culminación de la
obra de arte que trazan sus movimientos. Toda su técnica, imaginación y
lectura, equilibrada al instinto y la naturaleza de un jugador que no aparenta
ser de nuestra especie. Ya no se sabe qué decir de Messi. Hay que crear nuevos
adjetivos, su definición es inalcanzable. Va sumando récords con una
naturalidad asombrosa. No sorprende, se espera, una y otra vez, la suma de sus
logros y registros.

Con su zurda prodigiosa, con la
derecha, de cabeza. Asociándose, regateando al rival, siendo superior en el uno
contra uno, de tiro libre o desde los once metros. Con el 10, el 15, el 18, el 19 o el 30 adornando su espalda.

Messi se convirtió en el jugador
más joven en marcar en Liga cuando, con 17 años, anotó el primer gol con la camiseta
azulgrana ante el Albacete. A partir de ese momento, construyó un imperio.
Una galería de imágenes que capturó sus genialidades, conquistando diversos
rincones del planeta. Adjudicándose la etiqueta de hat-trick, póker o repóker,
escribiendo su historia con la albiceleste, superando a Batistuta, o dejando
imágenes para el recuerdo firmando su gol número 500 como azulgrana frente al Real Madrid en
el último minuto de un Clásico.

La lista de rivales heridos es
cada vez más extensa. Cada temporada ejecuta nuevas lecciones magistrales y
logra estadísticas que componen la evolución de un futbolista que, en contra
del tiempo, perfecciona cada transformación, sumando una lectura de juego que
deleita a creyentes y escépticos.

Lo curioso es que Leo Messi no
lidera únicamente la clasificación de máximos goleadores de La Liga. También es
líder de asistencias, de tiros a puerta y ocasiones, y de regates. Datos que
hablan de lo completo que logra ser el argentino, pudiendo dejar en ocasiones a
su cómplice, el gol, en un segundo plano.

Por mucho que tratemos de
rebuscar entre letras, no existe manera de definir a un jugador que no tiene
techo y es capaz de romper tantas barreras. La fortuna de vivir estos tiempos,
de poder contar que viste jugar a Leo Messi no es un tópico, sino una realidad.
Que tu corazón se acelere con su ritmo, y tu euforia estalle con su perdurable definición.
Son 600 goles. 600 veces que nos retransmitieron sus compases hasta la red, con
el mismo sonido de una pieza musical inolvidable.

Leo nació para el fútbol y para
el gol. Para enamorarte porque, al fin y al cabo, el fútbol es una historia de
amor interminable en la que lloras, sufres y amas por encima de todo. El gol es
la necesidad para sostener esa pasión que define al ser humano. Para repetir una
y otra vez esa complicidad. Volver a verse, volver a ese lugar, volver a ese
recuerdo, volver al éxtasis del gol y gritar, seiscientas veces Messi.

Editora en SpheraSports. Especialista en Scouting y análisis de juego por MBPSchool. Sport Social Media. Eventos Deportivos

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