Resulta complicado sacar palabras para describir exactamente lo sucedido. Desilusión, impotencia, frustración… Todos ellos, quizás, son sentimientos que me invaden en este momento. El Bayern ha jugado uno de los mejores partidos de la temporada. Ha concedido poquísimo al rival y ha llegado a tirar 35 veces. Falló un penalti Müller, el hombre que nunca falla en los momentos importantes. Poco que reprochar, pero, por tercer año consecutivo, el Bayern vuelve a quedarse con la miel en los labios. Cierto es que las dos últimas fueron con resultados más contundentes, pero al cabo de los primeros 45 minutos Milán parecía más cerca que nunca. Al llegar el 95, Milán volvía a parecer tan lejana como cuando empezó la primera jornada de la fase de grupos o como el 23 de mayo de 2001
Guardiola cerrará su balance europeo sin haber alcanzado la ansiada final que tanto se le pedía. En las dos anteriores lo eliminó el campeón, falta saber si en esta ocasión también será así. Sin lesiones o baja tensión competitiva, el Bayern llegaba de forma idónea a abril. Era LA ocasión. Era EL momento.
Definir el grado de éxito de los tres años de Guardiola al frente del Bayern teniendo solo en cuenta la Champions, es, a mi juicio, un análisis incompleto, pero cada persona es libre de tener su propia opinión. Además de los títulos conseguidos, el técnico deja un legado en forma de jugadores: Alaba, Boateng, Phillip Lahm o Costa han evolucionado a niveles insospechados. Después de un triplete en 2013, el techo de muchos de ellos parecía definitivo.
«He dado mi vida por este club. Los números son los números y es fútbol. Pero estoy muy orgulloso» Pep Guardiola tras acabar la eliminatoria (Declaraciones recogidas por Isaac Lluch)
Aún quedan dos títulos por disputarse. La Bundesliga puede asegurarse este fin de semana tras una batalla incesante contra el BVB de Tuchel. Hasta mayo ha tenido que esperar el Bayern para que las matemáticas le pudieran dar por fin la razón. Las tres Bundesligas seguidas del entrenador catalán han marcado un récord que será complicado de igualar.
El 21 de mayo, en Berlín, Guardiola pondrá punto y final a su andadura en Alemania. La DFB Pokal será su despedida. Enfrente, como no, el BVB, el primer equipo al que se enfrentó en partido oficial con el Bayern. Un doblete podría saber a poco por la forma en la que el Bayern cayó hoy, pero, no hace mucho, conseguir estos dos títulos en una temporada era todo un hito.
