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Sanni Franssi, bombardeo en Donosti

La Real Sociedad parece haber encontrado una goleadora que complementa a la perfección a Nahikari García en uno de esos fichajes desconocidos para el público general que demuestra la notable gestión deportiva del club txuri urdin. A sus 25 años, Sanni Franssi está llamada a ser una futbolista importantísima para Natalia Arroyo tras una semana fantástica: tres goles en dos partidos y seis puntos que llevan su sello.

Nacida en Vaasa, ciudad industrial en la costa oeste de Finlandia (y caracterizada por ser un destino frecuente en becas de Erasmus), Franssi comenzó su carrera futbolística en el PK-35 a los 17 años. Su mejor temporada fue la última, cuando registró 20 goles y fue nombrada mejor jugadora del campeonato finlandés. Su gran rendimiento le llevó a Suiza, donde también dejó impronta al anotar 18 tantos con el FC Zürich. Por entonces ya era una asidua en su selección (debutó en febrero de 2015). Un año antes había participado en el Mundial sub-20, siendo eclipsada por su compañera Juliette Mikaela Kemppi, que anotó tres goles en los tres partidos de la fase de grupos. El cuadro finlandés acabó, sin embargo, con cero puntos en su haber.

Fue en la absoluta donde Franssi conoció a Tuija Hyyrynen, una leyenda para su país al contar con más de 100 internacionalidades y dos Eurocopas disputadas a sus espaldas. En el verano de 2017, la zaguera recibió la llamada de la Juventus de Turín, que acababa de ser fundado y se disponía a iniciar su aventura en el fútbol femenino. Fue una de las primeras en ser reclutadas para la causa, y su dilatada experiencia (antes jugó en los históricos Umea y Fortuna Hjørring) le otorgaba cierta credibilidad a la hora de aconsejar a la dirección deportiva. Preguntada por una atacante, no tuvo dudas: Sanni Franssi. El director deportivo Stefano Braghin y la entrenadora Rita Guarino le hicieron caso y unas semanas después el primer once titular de la historia del club en la Serie A femenina contó con las dos finlandesas en el campo.

Pronto Franssi formó una dupla de lujo junto a la estrella del equipo, Barbara Bonansea. Ambas fueron claves en la conquista del título, siendo la primera una escudera inmejorable no solo por sus diez tantos, sino por el incansable trabajo que hizo para facilitar espacios y asistencias a su compañera de ataque. Su velocidad y su inteligencia en tres cuartos de campo eran un absoluto dolor de cabeza para las defensas rivales. Es por ello difícil de entender por qué al acabar su contrato de una temporada no se alcanzó el acuerdo para renovar, o por qué cuando ya entrenaba con la Fiorentina decidió dar marcha atrás y acabar fichando por el Fortuna Hjørring, precisamente su rival en la UWCL. El equipo danés perdió el doble enfrentamiento por idéntico resultado (0-2  y 2-0).

En la Elitedivisionen hizo lo que mejor sabe: marcar goles. Firmó 18 en 36 partidos y volvió a ser clave para la conquista de títulos. Sin embargo, Franssi debía afrontar un reto más importante. A sus 25 años y en plena madurez futbolística, Sanni decidió dejar la comodidad de un grande en Dinamarca para un reto mayúsculo en su hasta ahora notable trayectoria. Una Real Sociedad todavía con la duda de si Nahikari dejaría o no el equipo el pasado verano, con entrenadora nueva (Natalia Arroyo) y la exigencia de enfrentarse a rivales poderosos como Barça, Atlético, Levante o Real Madrid. La confirmación de la continuidad de Nahikari dejaba a Franssi menos margen para encontrar un hueco en el ataque realista, monopolizado en los últimos tiempos por la internacional española, Bárbara Latorre y la mexicana Kiana Palacios.

Titular en seis de las siete jornadas (solo fue suplente ante el UDG Tenerife), la vuelta de Nahikari tras ocho meses en el dique seco (culpa del Covid y las lesiones) le ha beneficiado sobremanera. Natalia Arroyo alineó a las dos juntos por primera vez en Logroño y el resultado dejó patente el éxito de la apuesta: dos goles de Franssi, dos asistencias de Nahikari.

 “Nos está dando muchísimo. Ella también necesitaba marcar los goles y que valgan tres puntos. Y lo hizo desde una posición diferente como es la banda derecha. Tiene que sentirse muy satisfecha de estos meses porque nos está dando mucho trabajo con y sin balón”, señaló Natalia Arroyo en rueda de prensa tras el poderío ofensivo exhibido en Las Gaunas. Tres días después, la finlandesa firmaba su tercer tanto ante el Sporting de Huelva, que valía también tres puntazos. El gol, de oportunista, llegó tras un rechace a disparo de Nahikari, confirmando de nuevo que la sociedad funciona como lo hacía en la Juve con Bonansea. Allí en Turín compañeras y afición le llamaban “bomber” (bombardero) por su explosividad y su facilidad para ver puerta. En Donosti, una vez derribados los primeros muros, va por el mismo camino.

Imagen de cabecera: Imago

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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