Cuando el Campeonato del Mundo de Moto GP ya tiene dueño y los grandes premios que restan para cerrar la temporada pierden cierta emoción en ese sentido, vuelve a surgir la magia sobre el asfalto de Sepang en recuerdo de Marco Simoncelli.
Al termino de la sesión matinal de entrenamiento, cuando todos los pilotos se dirigían a sus respectivos boxes, se ha producido uno de los momentos más bonitos del fin de semana y, por qué no, de toda la temporada. La humanidad y el corazón de Valentino Rossi y Marc Márquez, máximos rivales del Mundial de Moto GP, ha salido a pasear por el circuito de Malasia al homenajear a Marco Simoncelli haciendo un caballito en el tramo en el que el piloto italiano perdió la vida.
Ha sido el veterano fotógrafo italiano Roberto Rimorini, asiduo en el Mundial, el que ha captado la instantánea del momento y, asimismo, el que lo ha relatado poco después. Como el resto de pilotos, Rossi y Márquez volvían al box y, casualidades de la vida, ambos coincidían en la curva número 11, en la que falleció el compatriota de Rossi, Marco Simoncelli, hace cinco años.
Como bien relataba el propio Rimorini, era ‘Il Dottore’, muy amigo de Simoncelli, quien abría la veda y levantaba su rueda a su paso por dicho tramo. Unos segundos después, mientras Rossi aún se encontraba realizando el wheelie, era Marc Márquez el que se animaba a reproducir el gesto de su compañero. Así lo confirmaría más tarde el español, quien reconocía que, al darse cuenta de que Rossi estaba homenajeando a Simoncelli, se había “sumado al gesto” sin dudarlo.
Un guiño al 58 que, tal como explicaba Rossi, es la manera de decirle su particular ciao a un gran amigo como fue Simoncelli, al que recuerda tras cada entrenamiento en Sepang de esta manera, con un caballito en ese mismo punto donde su compatriota falleció hace cinco años.
Esta emotiva imagen, ahora junto a Márquez, quedará para el recuerdo en este circuito de Malasia, el cual ha sido escenario de algunos de los momentos más duros del motociclismo de élite. Momentos inolvidables, pero también dolorosos, que quedarán grabados a fuego en la mente y el corazón de todos los pilotos y aficionados a este deporte.
Mirco Lazzari gp/Getty Images
El fallecimiento de Simoncelli
Y es que el circuito de Sepang fue testigo de uno de los fallecimientos que más sobrecogieron a los amantes de las motos. Si bien es cierto, cualquier pérdida dentro de un circuito es dolorosa, eso es innegable, pero quizás la del carismático Simoncelli llegó de manera más profunda a los corazones de todos. Un 23 de octubre de 2011 a las 8:05 GMT el tiempo se paró, el desconcierto reinó y la respiración se contuvo durante más de 45 minutos.
El piloto italiano, de 24 años, sufría un terrible accidente en la segunda vuelta del Gran Premio malayo al caer al suelo, perder el casco y ser arrollado posteriormente por las motos de Valentino Rossi y Colin Edwards. Las graves lesiones sufridas en la cabeza, el cuello y el pecho provocarían, a pesar de los intentos de reanimación por parte del equipo médico de la clínica del circuito, la fatídica muerte del siempre alocado y atrevido Marco Simoncelli.
MANAN VATSYAYANA/AFP/Getty Images
La famosa patada de Rossi
Y es en este mismo escenario, Sepang, en el que, años después -concretamente la pasada temporada (2015)-, Rossi y Márquez serían protagonistas de un hecho insólito en el Mundial de Moto GP. Uno de los momentos que nadie podrá borrar de su retina: la ya famosa patada de Valentino Rossi a Marc Márquez. La tensión entre ambos pilotos podía cortarse con cuchillo desde hacía ya varias semanas y así, de manera muy gráfica, quedó demostrado en el Gran Premio de Malasia.
El cruce de acusaciones entre ambos era constante en cada una de las ruedas de prensa y declaraciones que realizaban una vez bajaban de la moto. Hasta ahí se podría considerar todo normal. Tenso, pero normal. Sin embargo, Valentino Rossi, movido por un inexplicable cruce de cables, perdió los nervios y, cuando quedaban 13 vueltas para acabar la carrera, pisó el freno, se acercó al español y le propinó una patada que provocó la caída –y posterior retirada- del catalán.
Así pues, Sepang ha sido fiel testigo de innumerables adelantamientos, caídas, victorias, derrotas, momentos tristes, de felicidad absoluta… pero, sin duda alguna, ninguno de ellos será tan emotivo y especial como este homenaje a Marco Simoncelli protagonizado por dos eternos rivales que, fuera de la competición, también nos consiguen emocionar.
Autor foto: Roberto Rimorini