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Rory McIlroy golpea de nuevo

Rory McIlroy ha vuelto a encaminar la senda de la victoria. Quizás fue el día de San Patricio el que motivó e inspiró al norirlandés o quizás no es más que mera coincidencia, pero lo que está claro es que el golfista del norte de Irlanda se sacó de la manga un magistral juego que dejó a sus rivales con la boca abierta. Asimismo, lo que es definitivo es que McIlroy ha golpeado de nuevo y que, tras casi cuatro años de sequía en grandes torneos, se ha alzado campeón, por primera vez en su carrera, del prestigioso The Players, el considerado quinto grande de la temporada regular de golf masculino.

El precioso campo TPC Sawgrass de Ponte Vedra Beach (Florida) fue testigo del resurgir de Rory McIlroy, quien se llevó por delante a todos sus rivales tras una última jornada de fantasía. Es más, fueron los últimos nueve hoyos los que, definitivamente, le coronaron como campeón. El español Jon Rahm partía en cabeza en una jornada que se presentaba apasionante a razón de lo ajustado del resultado entre varios contendientes durante la jornada anterior y el inicio de esta última. McIlroy, sin hacer demasiado ruido en la primera vuelta, parecía querer mantenerse al margen de la contienda por el primer puesto y no fue hasta la segunda vuelta cuando el norirlandés apretó los dientes.

Apretó los dientes y de qué manera. Terminó la vuelta con 70 golpes y un resultado global de -16 para alzarse con el primer puesto, a un golpe de Jim Furyk (-15) y dos de Eddie Pepperell y Jonathan Vegas (-14). Así pues, este último trofeo, cuyo diseño ha cambiado convirtiéndose en un jugador de golf bañado en oro (muy adecuado para el joven McIlroy) se convierte en el título número 15 de la PGA en la carrera del norirlandés. A ellos se suman los 13 títulos en el Tour Europeo y el solitario logrado en la Gira Asiática así como varias semanas como número uno de la PGA. Y es que, tras este torneo, el nombre de McIlroy vuelve a subir unos escalones, tanto en la clasificación mundial como a nivel de prestigio y respeto en el mundo y la historia del golf profesional.

Conocido como ‘el chico de oro’ (ahora más que nunca tras este torneo y su nuevo trofeo), Rory McIlroy siempre ha apuntado maneras para convertirse en uno de los grandes de la historia de este deporte. Sin embargo, las lesiones jugaron en su contra y la falta de acierto en los últimos torneos hicieron saltar las alarmas. En cambio, este último título y el gran juego desplegado a lo largo del torneo le reafirman como uno de los candidatos al Masters, el primer grande de la temporada, el único que le falta al norirlandés para completar el llamado ‘Grand Slam’. Al igual que en el terreno tenístico, lograr el ‘Gran Slam’ significa alzarse campeón en los cuatro torneos más importantes de la temporada, los cuatro ‘majors’: el Masters de Augusta, el Campeonato de la PGA, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto Británico.

Rory cuenta con tres de ellos – Campeonato de la PGA (2012 y 2014), Abierto de Estados Unidos (2011) y Abierto Británico (2014) –. No cabe duda de que su vitrina de trofeos aún tiene un espacio libre para el ansiado título del Masters de Augusta. Y es que, con la motivación de haberse hecho con el considerado quinto grande de la temporada, el norirlandés llegará al primer grande de la temporada con la moral alta y enfocado hacía su gran objetivo, el que marcará (de producirse) un antes y en un después en la carrera del golfista así como en la historia de este deporte. Por el momento, a menos de un mes para la gran cita hay una cosa clara: Rory McIlroy ha vuelto y lo ha hecho de la mejor manera posible.

Periodista deportivo. También estudié Comunicación Audiovisual. Actualmente colaboro en @SpheraSports. Antes estuve en @ColpisaDeportes, Grada360 y @EFEdeportes.

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