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Ronald Koeman, la Copa del Rey y diez cosas que aprendimos

La vida es caer y levantarse. Eso, un café y un te quiero de buena mañana. Lo saben los bebés, lo sabe el Barça y lo sabe Ronald Koeman, aunque el Athletic Club lo sabe aún más. Igual que el Barça se ha levantado de la profunda cornada de Lisboa y Koeman se ha quitado la etiqueta de entrenador limitado que le pusieron en Valencia, el Athletic se levantará del duro palo que supone perder dos finales de Copa en 14 días. Lo hará porque ese equipo tiene mucha más alma, orgullo y personalidad que otros transatlánticos del fútbol europeo.

El Barça ganó ayer su 31ª Copa del Rey y lo hizo con el técnico holandés al frente del banquillo culé. Precisamente fue una Copa del Rey, la de 1990, la primera Copa que levantó Ronald Koeman con la camiseta blaugrana.

El conjunto blaugrana tiene en este torneo su competición fetiche. 31 títulos en 42 finales disputadas. Un 74% de efectividad. Admirable.

A partir de aquí, dejo un decálogo de conclusiones tras la final de ayer focalizándolo en algunos nombres propios.

1. Frenkie de Jong. El holandés firmó su mejor partido como jugador blaugrana. Ese joven rubio y con apariencia de Erasmus frágil que caerá al segundo chupito en un bar con mugre del Barrio Gótico, ya ha completado la aclimatación. Hace de todo y lo hace bien. Está rápido de piernas y de cabeza. Reclama galones y se lo has ganado. Ese holandés está empoderado. Gran parte del mérito es de Ronald Koeman.

2. Óscar Mingueza. Ese chico llegó al primer equipo como un parche. Una solución puntual ante unas bajas en defensa y un Umtiti limitado que condicionaban cualquier planteamiento. Mingueza se subió al tren en marcha y a través de confianza y mucho trabajo se ha consolidado en la primera plantilla. En breve renovará y es de las mejores noticias de la temporada del Barça. Gran parte del mérito es de Ronald Koeman.

3. Sergiño Dest. El estadounidense llegó con cartel de crack y la presión le pasó factura en los primeros meses. La línea de cuatro atrás le quitaba proyección y mostraba sus déficits en defensa. La Liga no es la Eredivisie. Con el cambio a los tres centrales, Sergiño ya puede volar sin condiciones. Su nivel crece a cada partido y cada vez está más asentado. Gran parte del mérito es de Ronald Koeman.

4. Lionel Messi. Recordemos cómo arrancó la temporada. Burofaxes, reproches, filtraciones y con el capitán haciendo dejadez de funciones inmerso en un estado de depresión acorde al momento que vivía el equipo tras la humillación ante el Bayern. Lionel Messi ahora ríe y levanta una Copa del Rey con la ilusión de un niño. Se siente comprendido por su entrenador, deseado por el Presidente, por la afición y por sus compañeros, muchos de ellos unos jóvenes que lo ven como un tutor: el mejor tutor. Gran parte del mérito es de Ronald Koeman.

5. Joan Laporta. Es innegable que hace meses el que hoy es ‘nuevo’ Presidente del Barça tenía serias dudas sobre la figura de Ronald Koeman. Todos las teníamos. Nadie niega su barcelonismo, pero se dudaba de su valía y su capacidad. Se necesitaba ser muy bueno y tener una gran personalidad para revertir la situación como lo ha hecho el entrenador holandés. Laporta sabe que Ronald se ha ganado seguir, gane o no gane la Liga. Ronald Koeman ha hecho de psicólogo, entrenador, gestor y bombero de un Barça donde había una directiva ‘pirómana’. Donde había fuego ahora hay un balneario.

6. Presente y futuro. El Barça gana ayer su primer título tras la Liga de 2019 (Valverde). Son casi dos años de sequía. Lo hace con una base de cuatro veteranos (Jordi Alba, Sergi Busquets, Gerard Piqué, Lionel Messi), tres estrellas mundiales como Griezmann, ter Stegen y Frenkie de Jong, y una serie de jóvenes que ilusionan al aficionado blaugrana como Pedri e Ilaix Moriba. La transición se ha completado y el futuro para el barcelonismo es contemplado como algo ilusionante y no como una letanía.

7. Riqui Puig. Algo pasa ahí. Koeman y Riqui Puig no conectan y nadie sabe realmente los motivos o a quién le está fallando el wi-fi. Lo cierto es que el canterano ayer no estuvo ni el banquillo de suplentes. Veremos qué ocurre en verano, pero ahora mismo el futuro del joven parece estar lejos del Camp Nou a no ser que haya un reset mutuo y las vacaciones sirvan para buscar puntos de encuentro. Deberían darse, por el bien de todos.

8. La identidad. El Barça vuelve a ganar y eso es mucho, más aún en una temporada en la que el Barça iba 14º en el mes de noviembre. Pero seguramente lo que más gusta al sufrido aficionado talibán del estilo es que el conjunto blaugrana vuelve a recuperar su juego reconocible, aquel con el que logró la excelencia en fondo y forma no hace tanto.

9. Antoine Griezmann. ‘El Principito’ es un jugador clase mundial. Es tímido e introvertido, sí, pero hace dos años ganó un Mundial de Fútbol siendo de los tres mejores jugadores del torneo y el MVP de la final. Podría ser un noble aburguesado pero lo cierto es que trabaja en el campo como un jornalero. El partido que firma ayer es espectacular. Tal vez esta final sea el punto de inflexión para ver al mejor Griezmann.

10. Sergio Busquets. ‘Está lento’. ‘Ya no sirve’. ‘Es un lastre’. Todo esto se ha leído sobre Busquets en los últimos dos años. La única realidad es que en un escenario donde el Barça somete al rival con un 84% de posesión es el mejor futbolista del mundo en su puesto. Nadie juega con mayor inteligencia en un espacio de captura, caza y presión de 30 metros. Ahora bien, si lo pones a perseguir a chicos de 22 años pues sufre. La edad no te define, no, pero te condiciona. Yo con 20 años hacía los 1.500 metros en un tiempo nada desdeñable. Ahora ya no corro ni aunque se me escape el bus.

El barcelonismo se vuelve a ilusionar y nadie le puede negar que tiene motivo para ellos. Gran parte del mérito es de Ronald Koeman. Honor a quien honor merece.


Por cierto, ya nadie se pelea por traer a Xavi Hernández. El fútbol. La vida.

Papá de Miranda. Orgulloso hijo de gallego y asturiana. Dejé 13 años como abogado por fundar y dirigir Sphera Sports, con lo que ello supone. Asumo las consecuencias. Hice 'mili' en Pisa y en Bristol. Me gustan las orcas, los países escandinavos y un gol en el 90'.

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