El invierno llegó a Madrid. Pero esta vez lo hizo de la mano de Javier Fernández y su espectáculo ‘RevolutiOn Ice’ (Revolución sobre hielo) que, paradójicamente, subió la temperatura de la capital española. Una exhibición, nunca antes vista, marcada por la fusión de música en directo y patinaje artístico pero, también, por la reivindicación de este deporte así como del producto nacional.
Javier Fernández aprovechó la ocasión, como buen maestro de ceremonias, para dedicar unas palabras a los cerca de 10.000 espectadores que se concentraron en el Palacio de Vistalegre. El doble campeón del mundo, que dio las gracias tanto a los asistentes como a los patrocinadores que hicieron posible el evento, no perdió la oportunidad de reivindicar, a través de un navideño mensaje, el papel de este deporte en nuestro país y la importancia de apoyar a las nuevas generaciones.
“Este año le pido a los Reyes Magos que haya más pistas de hielo para quien quiera patinar o empezar a hacerlo”, solicitó el español, que demostró, junto a los trece patinadores internacionales que le acompañaron, que esta disciplina deportiva es un verdadero espectáculo que puede maravillar hasta al más escéptico.
Y es que deportes como el patinaje, que desgraciadamente no gozan de un seguimiento masivo por parte de la audiencia, apuestan por eventos de este tipo para reivindicar que el hielo está de moda, que merece una mayor visibilidad y que, por descontado, es una disciplina capaz de emocionar y hacer vibrar a todo un un estadio.
A la reivindicación del patinador madrileño se unió Henry Méndez, cantante y compositor dominicano afincado en España desde sus inicios como artista, que quiso dar valor a la “música nacional” y a todo el trabajo y el esfuerzo que ponen los artistas de nuestro país para seguir haciendo disfrutar al público.
Un espectáculo completo
Un público que, ante la decisión de la organización de solo permitir la entrada por una puerta, tuvo que esperar una cola infinita para poder acceder al recinto. La lentitud en este proceso provocó incluso que la mayoría se perdiera el inicio del espectáculo. A pesar de ello, una vez dentro, la magia del evento hizo que la desazón inicial quedara olvidada.
Los espectadores pudieron disfrutar de las actuaciones musicales de Huecco, que brilló con su impresionante soltura sobre los patines, Diana Navarro, Eva Ruiz y el ya nombrado Méndez. Solo faltó el grupo Sweet California, que fue baja de última hora por la faringitis de una de sus componentes. Por su parte, sobre la superficie helada fueron grandes campeones, amigos de Fernández, los que maravillaron al público con su destreza y perfección sobre las cuchillas.
La finlandesa Kiira Korpi, ejemplo de elegancia y buen gusto, la jovencísima rusa Evgenia Medvedeva, llena de frescura y valentía, el canadiense Shawn Sawyer, un terremoto de acrobacias y filigranas, el uzbeko Misha Ge, osado y divertido, y la japonesa Miki Ando, campeona del mundo en 2007 y 2011, formaron el plantel de patinadores ‘solistas’. Mientras, en el terreno de los dúos brillaron las parejas formadas por los americanos Zachary Donohue y Madison Hubbell; los italianos Anna Cappellini y Luca Lanotte; los acróbatas del Bolshoi de Rusia Vladimir Besedin y Alexei Polishchuk; y los actuales campeones del mundo, los canadienses Meagan Duhamel y Eric Radford.
Grandes actuaciones y gran talento salieron a la luz en Vistalegre. Todo ello gracias al empeño del patinador español, que deseaba mostrar la belleza de este deporte y que, por supuesto, no decepcionó con su gran intervención vestido de superhéroe – la misma que realizó en el programa de exhibición de Toronto en 2013 –. Así pues, con un impecable juego de luces y sonido y grandes actuaciones, tanto musicales como sobre el hielo, el espectáculo de Javier Fernández consiguió ganarse a un público que, sin duda, volvería a dejarse llevar por el embrujo del patinaje artístico.
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