No pasaron demasiados apuros, ni vieron casi nunca peligrar su lugar en Primera División… el problema es que ese no era el objetivo. Afición, club y técnicos estaban convencidos de que este buen equipo, reforzado con hombres como Diego Reyes, Illarramendi, Bruma o Jonathas, podía aspirar a entrar en competición europea. Pero nunca estuvo cerca de conseguirlo.
Por eso Moyes fue despedido. Por eso la Real ha firmado una temporada decepcionante. Y por eso el noveno puesto cosechado es poco menos que un fracaso. En Anoeta creen y saben que pueden estar mucho más arriba.
- Posición: 10º (45 puntos)
- Balance: 13 victorias, 9 empates y 16 derrotas, 45 goles a favor, 48 en contra.
- Dato: La victoria por 0-5 ante el Espanyol fue la más amplia fuera de casa en toda su historia.
- Opinión: Si destacan los de atrás… (Miguel González/Betierreala)
- El mejor: Imanol Agirretxe. Su lesión fue fatídica en el devenir de la Real Sociedad. Promediaba un gol por partido y estaba llamado a firmar una temporada inolvidable que podía llevarle incluso a la selección española. Pero en la jornada 17 se truncaron sus planes. No volvería a jugar más que 17 minutos en lo que restaba de temporada.
- Máximo goleador: Imanol Agirretxe (13 goles)
- Once con más minutos: Rulli; Elustondo, Íñigo Martínez, Diego Reyes, Yuri; Illarramendi, Rubén Pardo, Xabi Prieto, Oyarzábal; Vela, Jonathas.
Temporada: No fue un buen comienzo el de la Real, que sumó una sola victoria en las primeras ocho jornadas. La goleada por 0-4 al Levante parecía apaciguar los ánimos, pero dos derrotas consecutivas más terminaron por sentenciar a David Moyes, que acumuló un nuevo fracaso tras su periplo en Manchester.
Cuando el escocés dejó el banquillo, en noviembre, los guipuzcoanos marchaban con los mismos puntos que Las Palmas, en descenso. Europa, el objetivo real, quedaba ya a diez puntos. Eusebio Sacristán asumió el cargo y logró su primera victoria en el debut ante el Sevilla (2-0).
Tras caer en el Camp Nou (4-0), la victoria ante el Éibar dio confianza al equipo, ya un poco más alejado de la zona peligrosa, pero las derrotas ante Villarreal y Real Madrid y los empates ante Getafe y Rayo le devolvieron al alambre. La victoria ante el Valencia en la última jornada de la primera vuelta fue el mejor bálsamo posible.
Pero dos jornadas después, los txuri-urdin fueron totalmente ridiculizados ante el Sporting en el Molinón. Una manita aplastante (5-1) que pasó por sus cabezas y les dejaron temblando. La reacción a esa dolorosa derrota fue muy positiva. Tanto, que sumó cuatro victorias consecutivas, una de ellas por 0-5 al Espanyol y otra en el derbi vasco en San Mamés (0-1).
Virtualmente salvados (12 pts sobre el descenso), la Real todavía podía soñar con Europa al estar a solo cinco puntos de la sexta plaza. Pero cinco partidos sin ganar lo echaron todo por la borda. El equipo de Eusebio, con ocho jornadas por delante, quedaba ya en tierra de nadie.
Las victorias ante Sevilla en el Pizjuán y ante un Barça que parecía invencible demostraron que la Real aspiraba a estar más arriba, pero que no supo aprovechar la calidad de sus jugadores. Por entonces sobresalió un joven canterano, Oyarzábal, que marcó seis goles y dejó infinitos detalles que le llevaron a ser convocado por la selección española sub-21 (y de reserva en la absoluta). Su temporada contrastó con la de Carlos Vela, a un nivel absolutamente desconocido e impropio.
Varias derrotas más por el camino y dos victorias para acabar (ante un Rayo que se jugaba la permanencia y al Valencia en Mestalla) dejaron a la Real novena, a 10 pts del descenso pero también a 12 de Europa League. Sin duda, una de las mayores decepciones del torneo liguero.
Comparte la notícia
