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RCD Espanyol, a tres cuartos de Europa

Que el objetivo del Espanyol a corto-medio plazo es regresar a Europa es un secreto a voces. ¿Cuándo ocurrirá? Solo el tiempo tiene la respuesta. La fuerte apuesta realizada por un técnico que ya ha probado las mieles del éxito en la Europa League debería de ser suficiente motivo como para hallar el ansiado camino hacia el Viejo Continente.

Quique Sánchez Flores tiene la llave del Espanyol más prometedor e ilusionante del último lustro, y para lograr el reto construyó el pasado verano un equipo en torno a la calidad y experiencia de sus hombres de tres cuartos de cancha. El proyecto tiene una fecha inicial de tres años de duración, y la intención por parte del club es que haya un crecimiento sostenido en el plano deportivo. La cantera, como es habitual en la entidad perica, tendrá mucho que decir en este aspecto. Jugadores como Marc Navarro o Aarón Martín son ya una realidad y su rendimiento está siendo aún mayor del esperado. Son el futuro del Espanyol.

Pero volvamos al presente. Y el presente está en manos de los experimentados José Manuel Jurado y José Antonio Reyes, que, lejos de los presentimientos de muchos agoreros que daban por concluidas sus carreras, están cuajando una temporada notable. La calidad de ambos es indiscutible, y se demuestra en cada partido en el que coinciden en el terreno de juego. Cuando se asocian surge la magia. Nunca nadie les dio más confianza que Quique Sánchez Flores a lo largo de sus trayectorias deportivas, quizá de ahí que son los únicos futbolistas dentro del equipo con autorización para desenvolverse por donde quieran en el minucioso entramado táctico que siempre dispone el técnico madrileño.

A ellos hay que sumarles Piatti y Hernán Pérez, complementos perfectos para los dos anteriores en tres cuartos. Zurdo y diestro, respectivamente, comparten zona de influencia pero tienen características y cometidos diferentes. Jurado y Reyes crean juego; Piatti y Hernán Pérez pueden cumplir esa función, pero también aparecen por sorpresa con su velocidad para romper defensas con sus desmarques.

Quique Sánchez Flores siempre ha sido un técnico preocupado por construir sus equipos desde la base. Desde una retaguardia sólida. Y su mano ya se nota en una defensa que sufría en demasía hasta esta temporada. Pero también siempre ha sabido entender y vislumbrar que los partidos los deciden quienes son capaces de mover a todo un equipo con su fútbol. Y aquí aparece Marc Roca, un centrocampista emergente con una clase soberbia, que tiene como padrinos a un ramillete de trequartistas de los que a buen seguro aprenderá. Mención especial merece Gerard Moreno. Un delantero con alma de mediapunta. Marca goles y reparte asistencias con una facilidad pasmosa, virtudes que no han pasado desapercibidas para los grandes, que ya le han marcado en rojo en sus libretas. Cae a banda y se asocia con todos. Es el jugador perfecto para sus compañeros.

Leer más: Espanyol, la cantera en el itinerario a Europa

Llegar a Europa este año se antoja complicado por la feroz competencia que plantan los equipos de arriba, pero que nadie descarte a este Espanyol en pleno proceso de cambio de identidad. Quique quiere un equipo campeón, que mire de frente a sus rivales, y para ello se ha rodeado de jugadores decisivos y de su confianza. El objetivo parece aún un tanto lejano. No más de tres cuartos…

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