Pese a la enorme expectación que levantó la llegada del RB Leipzig a la segunda división alemana, no ha sido hasta su segunda campaña cuando el equipo de Red Bull ha podido cumplir con lo que se esperaba de él. El quinto puesto del pasado año no debería ser mal resultado para un recién ascendido, pero, viendo la plantilla, la inversión que se realizó en verano y que otros equipos con, teóricamente, menor presupuesto y peores jugadores quedaran por delante, hizo que las sensaciones no fueran las mejores al acabar la temporada. Además, las cesiones de varios jugadores como Sabitzer y Massimo Bruno a su ‘hermano‘ de Salzburgo, presagiaban que el club realmente aspiraba al ascenso. Finalmente, y tras otro verano importante en cuanto a inversiones, el RB Leipzig es líder en solitario antes del parón invernal.
Rangnick, el ‘visionario’
Alexander Zorniger, el que hasta hace varias semanas era entrenador del Stuttgart, lo era en Leipizg hasta febrero de este mismo año. En el RB Leipzig siempre han pensado en grande y, salvo sorpresa, el suavo no tenía cabida en el proyecto y así se lo comunicaron con 4 meses de competición por delante. «¿Qué sentido tiene entrenar a este equipo hasta junio si se que me iré haga lo que haga» pensaría Zorniger. Achim Beierlorcher fue el parche mientras Rangnick peinaba el mercado en busca de un entrenador con cierto prestigio que pudiera, de una vez por todas, subir al club a la primera división. Sonaron infinidad de nombres: Tuchel, Gisdol e incluso Klopp. Obtuvo la negativa de todos así que tomo la decisión más lógica: ser él el entrenador. En experiencia pocos podían superarle y nadie conocía mejor a la plantilla que él. Todo un revolucionario del fútbol alemán volvía a los banquillos de un club que ha revolucionado a la Bundesliga.
Juego eficaz, pero poco vistoso
Con semejante plantilla y, si queremos decirlo también, entrenador, lo normal es que el RB desplegara un fútbol vistoso y atractivo. Nada más lejos de la realidad. Los de Red Bull sacan sus partidos adelante, sobre todo, por la calidad de sus futbolistas ofensivos. A cualquier equipo de segunda, e incluso a algunos de primera, no les importaría tener en sus filas a Selke, Sabitzer (internacional por Austria), Poulsen (internacional danés), Massimo Bruno (joven talento belga) o Forsberg (internacional por Suecia). Salvo Bruno, que no está atravesando su mejor momento, los demás suelen jugar regularmente, a veces hasta todos juntos. Pese a ese mal juego, el equipo está siendo sólido: la 2ª mejor defensa de la liga (17 goles encajados); El mejor visitante (6 victorias y 3 empates); rentabiliza sus goles al máximo (hasta 6 partidos ha ganado por un solo gol de diferencia). Sobre todo, hay que incidir en lo de ‘el mejor visitante’: El año pasado solo sumó 16 puntos fuera de casa (3 victorias, 7 empates y 7 derrotas). Para conlcuir, con este apartado, el RB Leipzig ha hecho 35 puntos en la primera vuelta frente a los 27 del año pasado a estas alturas.
Probablemente, las navidades en Leipzig serán bastante placenteras. Solo están a 6 meses de lograr su propósito: llegar a la Bundesliga y competir con los grandes equipos del país. Alegría para algunos, tristeza para otros, pero uno de los proyectos más estimulantes de Alemania camina con paso firme para alcanzar su meta.