«Juzgadme solo por lo que seré capaz de hacer. El club será una mina de oro», fueron una de las primeras declaraciones en el cargo del nuevo presidente del Palermo. El excéntrico nuevo propietario del equipo rosanero tiene un primer sueño entre ceja y ceja. Según informa desde Italia el Corriere dello Sport, Paul Baccaglini se ha marcado como objetivo portar a Claudio Ranieri al banquillo siciliano tras su despido del Leicester City. Un Ranieri que fue jugador del club entre 1984 y 1986, en sus dos últimas temporadas como futbolista en activo.
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El Palermo está a siete puntos de la salvación que marca el Empoli, por lo que las intenciones de Baccaglini son formar un proyecto para ascender y a largo plazo con Ranieri como gran cabeza visible. No parece una misión sencilla, pero si Baccaglini consigue que el ya extécnico del Leicester entrene a los rosaneri, tal y como le han pedido también los aficionados, supondría el regreso de Ranieri a un banquillo italiano tras su último curso en el Inter en la temporada 2013/14 y su octavo club dirigido en el Calcio tras Cagliari, Napoli, Fiorentina, Parma, Juventus, Roma y el propio Inter de Milán.
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