Daniel SÁNCHEZ – El equipo herculino está de vuelta, sólo un año, otra vez, han necesitado los blanquiazules para volver a su sitio. La situación menos propicia para el ascenso se presentaba el pasado verano por Coruña, un equipo recién descendido que se le quedó corta la remontada, un presidente más que cuestionado que veía que sus largos años de vida al frente del club empezaban a ver su fin y una situación económica cogida con pinzas en la que cualquier contratiempo podía poner en serio riesgo la viabilidad del club, este era el marco, probablemente el menos ideal de los escenarios para intentar el asalto a la primera división.
El equipo echó a rodar y pronto se vio que con solidez defensiva se podría llegar muy lejos, ahí estuvo el gran mérito de Fernando Vázquez. Apoyado en Marchena y el descubrimiento de la década por Coruña, Pablo Insua, el equipo se hizo fuerte atrás y con un gran Culio en la media punta los puntos iban cayendo y el Depor se instalaba en la parte alta de la clasificación. Encomiable trabajo de Vázquez, que con muy poco sacó un grandísimo rendimiento.
Y a todo esto llegó el invierno, los petrodólares arrebataron al valuarte en ataque del equipo. Lendoiro dejaba su sitio en el trono, Tino Fernández llegaba y con él numerosos refuerzos en el mercado invernal. Pese a la marcha de Culio, el equipo tenía mucha mejor pinta que a principio de temporada, Lopo, Salomao o Toché venían para poner al equipo en primera.
Es a partir de aquí donde empiezan los males de Vázquez, con un equipo a priori más competitivo que el de la primera vuelta los resultados seguían cayendo, pero el modo de conseguirlos no dejaba satisfecho a nadie. Ni que decir tiene que sus comentarios a la prensa no ayudaban.
La temporada expiraba y Eibar y Depor se postulaban como máximos acreedores a conseguir el ansiado ascenso, como finalmente así ocurrió. Lo difícil estaba hecho, la viabilidad económica del club tomó con el ascenso una gran dosis de aire, con todo esto creo que ha llegado un año para disfrutar.
PUNTOS FUERTES Y VIRTUDES DEL EQUIPO:
– Comunión equipo y afición: En Coruña se tiene claro que su gente es su mayor activo y por supuesto esto se nota en el campo. La afición en Riazor sacará muchos puntos, de eso no me cabe ninguna duda.
– Bandas: Las incorporaciones que ha hecho el equipo en los flancos son de gran calado, aunque bien es cierto que Salomao e Isaac Cuenca a día de hoy se presentan como una incógnita por sus recientes recuperaciones de largos periodos de lesión Luisinho y Juanfran son jugadores de amplias garantías.
– Control del balón: Las incorporaciones de Medunjanin, José Rodríguez sumadas al dominio de balón de Juan Domínguez, quien está llamado a ser el heredero de Valerón, se antojan claves para que el equipo se haga fuerte basándose en la posesión de la pelota.
PUNTOS DÉBILES, HANDICAPS Y DUDAS:
– Equipo demasiado nuevo: Demasiados cambios en la plantilla deportivista, esto en si mismo no tiene porqué ser un punto débil, pero lo que bien es cierto es que cada pieza del puzzle necesita un periodo de adaptación, en acortar esos tiempos pueden estar los cimientos de la permanencia.
– La falta de gol: Se pudo ver el pasado año, al equipo le cuesta hacer gol, la llegada de Lucas Pérez puede ser clave en solventar esta carencia. El pasado año Toché realizó una buena segunda vuelta, pero es un jugador veterano y será complicado que durante toda la campaña mantenga un alto nivel.
ALTAS (fichajes):
Diakité (Sunderland)
Sidnei (Benfica)
Canella (Sporting de Gijón)
José Rodríguez (Real Madrid Castilla)
Juanfran (Betis)
Luís Farinha (Benfica)
Isaac cuenca (F.C. Barcelona)
Medunjanin (Gaziantepspor)
Lucas Pérez (PAOK)
Cavaleiro (Benfica)
Helder Postiga (Valencia C.F.)
Salomao (Sporting de Lisboa)
BAJAS (salidas):
Antonio Núñez (Recreativo de Huelva)
Carlos Marchena (Sin equipo)
Bryan Rabello (Sevilla C.F.)
Diego Ifran (C.D. Tenerife)
Rudy (Xanthi)
Sissoko (Wolfbursgo)
Javier Arizmendi (Sin equipo)
Luís Fernández (Lugo)
Borja Bastón (Real Zaragoza)
XI TIPO / PLANTILLA
4-2-3-1 será la apuesta de Víctor Fernández casi con total seguridad, de todos es sabido el buen gusto futbolístico que tiene el maño, en el que prima la presión arriba y el buen trato del balón. Tiene mimbres para llevar a cabo su idea, con una portería cubierta con las máximas garantías, Lux demostró el pasado año ser un arquero más que capaz para defender la meta herculina. En la zaga Insua parece fijo y la otra plaza en el centro se la disputaran entre Lopo y Diakité. En los laterales, Canella tiene toda la pinta de ser el fijo en el lateral izquierdo, mientras que el derecho tendrá que ser un puesto disputado entre Laure y Juanfra según exigencias del partido.
En el medio del campo se abren varias alternativas, Juan Domínguez llevará el timón, en ocasiones acompañado de Medunjanin, otras por José Rodríguez y seguro que muchas otras por los dos. Cavaleiro, Salomao, Isaac Cuenca y Fariña, cuatro nombres para tres puestos, de esta competencia el unico que puede salir beneficiado es el equipo, siempre que alcancen su máximo nivel. Arriba Lucas será el referente.
ENTRENADOR: Víctor Fernández (Zaragoza, 53 años)
Han pasado varios años desde que el bueno de Víctor no se sienta en los banquillos de la primera división de nuestro fútbol, aunque si que ha entrenado en otras categorías y otras ligas. Curiosamente su antecesor en el banquillo coruñés recaló en la banca gallega tras unos cuantos años alejado de los terrenos de juego. El estilo del maño está muy claro, presión alta y el balón como centro de todo. En Riazor gusta su elección.
OBJETIVOS Y PREVISIÓN:
Es un año difícil, es tiempo de disfrutar de la categoría tras varios años sin saber bien cual era nuestro sitio. La idea debe ser la permanencia y pensar más allá de esto sería un error absurdo. Disfrutar pero conseguir los 42 puntos lo antes posible, ese es el objetivo. La supervivencia del club depende en gran medida de mantener al equipo en primera y con esto no se debe especular lo más mínimo. Hay equipo para conseguir el objetivo, pero nadie se debe volver loco intentando dar dos pasos de un golpe.
Volverán, que nadie dude que volverán los buenos tiempos y las excursiones europeas, pero tiempo al tiempo.