Ivan Toney, uno de los futbolistas más importantes del Brentford, aseguró a principio de curso que el objetivo del equipo era “ganar la Premier League”. Hay que ser audaz: su cuadro acababa de ascender a la máxima categoría del balompié inglés. Tan solo con atreverse a soltar esto, aunque sea en un canutazo en plena pretemporada cuando soñar es lo más sencillo del mundo, ya se puede ver cómo se comporta él y toda la plantilla en el verde. El Brentford es un conjunto desprovisto de miedos, muy directo, que ha conseguido por el momento estar alejado de la temible zona de descenso. No, no van a conseguir su Moby Dick particular. Pero algo es algo.
El jefe de la nave merece una mención especial. Thomas Frank no es el perfil de manager normal en Inglaterra: no ha sido futbolista profesional. Sus inicios en los banquillos están lejos de los focos de la élite. Es inapelable: los que no han tenido la oportunidad de empezar desde muy jóvenes en los mejores estadios entienden la realidad del balompié. Y eso se le nota en cada gesto con su gente. Ahora, desgraciadamente, afronta uno de los momentos más complejos del curso ya que lleva cinco partidos seguidos perdiendo. Pueden empezar a sentir la presión.
Su idea no ha mutado este curso. Las abejas siguen confiando en una defensa de cinco donde el orden defensivo es clave para ganar los encuentros. La salida de balón, desde luego, no es la más pura del mundo. Xavi, sin ninguna duda, se rasgaría las vestiduras. Lo primordial es hacer llegar el cuero cuanto antes a sus dos armas en el ataque: Toney, el que quiere levantar el título, y Mbeumo. Lo cierto es que al principio de curso la fiabilidad defensiva era suficiente para sumar puntos. Últimamente no es así.
Quizás esa es la razón por la que han confirmado una de las mejores noticias del año: la vuelta a los campos de Christian Eriksen. El danés es el fichaje perfecto para la entidad londinense ya que, además de sumar calidad en el último cuarto de campo, ha sido un empujón de marketing espectacular. El Brentford, que está muy metido en el mercado escandinavo, ha conseguido cerrar a coste cero una operación en la que solo pueden salir ganando: el ex del Inter, además de vender camisetas, es un futbolista diferencial. Puede que este sea el inicio de una mutación que lleve a los de Frank a la salvación. De ganar el título ya hablaremos el año que viene.
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