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Fútbol femenino

Un año de emociones

En unas horas la Primera Iberdrola 2020/21 bajará el telón. Con el pitido final del Valencia – Real Sociedad y el Madrid CFF – Real Betis, encuentros del domingo a las 18h, pondremos punto y final a una temporada tremendamente intensa, plagada de momentos y acontecimientos que la alejan por completo de una campaña asentada en la cotidianidad. Algunos nos han hecho vibrar, otros estremecer, pero todos y cada uno de ellos han quedado grabados en nuestras retinas, ayudándonos a comprender que la liga que hemos disfrutado este año, ha resultado una edición extremadamente especial.


La Primera Iberdrola 2020/21 será siempre recordada por ser la primera post covid. Demoras en su inicio, encuentros disputados en estadios en completo silencio, tests con resultado positivo, plantillas confinadas y partidos aplazados. De hecho, durante algunas semanas la continuidad de la competición llegó incluso a peligrar, viendo que sería complicado recolocar en el calendario tantos encuentros suspendidos por el virus. Pero por fortuna la situación acabó mejorando y hemos podido disfrutar de unos últimos meses ciertamente tranquilos. La pandemia ha sacudido nuestras vidas, y lo ha hecho a todos los niveles, pero por muchos palos que haya puesto en nuestras ruedas, lo que finalmente no ha logrado alterar es el punto y final del campeonato.

Este curso también será recordado eternamente por ser el primero en el que un equipo español conquista Europa. Por primera vez la Primera Iberdrola alberga entre sus participantes al mejor conjunto del continente, un privilegio del que hasta ahora habían podido presumir países como Alemania, Inglaterra, Francia o Suecia, y del que ahora también puede alardear España. Mes a mes fuimos siendo testigos de cómo el FC Barcelona de Lluís Cortés daba pasos firmes y contundentes hacia un reinado para el que parecía estar preparado. La madurez del Barça y los números incontestables cosechados durante la temporada hacían pensar que la gesta era posible, y tras una semifinal agónica ante el PSG y una final sublime ante el Chelsea, el conjunto azulgrana por fin pudo tocar el cielo.


Las lágrimas de tristeza también han estado presentes este año en nuestro fútbol femenino. De nuevo una lesión tan grave, tanto en el plano físico como psicológico, como la rotura de ligamentos cruzados ha afectado a demasiadas futbolistas esta temporada. Un problema físico que ha golpeado a jugadoras jóvenes y veteranas, defensoras y atacantes, nacionales e internacionales, puesto que no entiende de edades, demarcaciones ni pasaportes. Un simple crujido que puede dañar rodillas y mentes por igual, y que te aleja de tu pasión por un largo periodo de tiempo. A todas aquellas futbolistas que este curso han encajado este doloroso golpe, y que se encuentran en pleno proceso de recuperación; mucho ánimo, volveréis más fuertes.


Pero para fortaleza la de una futbolista en particular. Virginia Torrecilla es otro de los nombres propios de esta Primera Iberdrola 2020/21, y lamentablemente no lo es por lo logrado sobre el césped, donde ya ha demostrado sobradamente su calidad en temporadas pasadas. Virginia ha tenido que librar una batalla de aquellas que ponen la piel de gallina, que emocionan y estremecen a partes iguales. Porque si bien el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes, la salud siempre ocupará el primer puesto de cualquier ranking.
La centrocampista del Atlético de Madrid ha salido victoriosa de una guerra sin cuartel, superando una grave enfermedad y volviendo a pisar un campo de fútbol hace apenas unos meses. Este no ha sido el año del conjunto colchonero, sin embargo, la Supercopa de España se tiñó de rojiblanco, y la imagen de Amanda Sampedro cediendo a su compañera el honor de levantar el trofeo nos acompañará para siempre. Ahora, en el caso de Virginia Torrecilla, podemos mostrar toda la admiración del mundo hacia una campeona dentro y fuera de los terrenos de juego.

Virginia Torrecilla, acompañada por Amanda Sampedro, portando el trofeo de campeonas de la Supercopa (@AtletiFemenino)


Y por último no debemos pasar por alto algo tan importante como la profesionalización del fútbol femenino en nuestro país. La temporada 2020/21 habrá sido la última en la que este deporte se haya considerado no profesional, y eso supone un paso de gigante hacia un futuro mucho más justo. Las consecuencias positivas de este logro no serán tangibles en un abrir y cerrar de ojos, pero a pesar de que muchos puedan mostrarse críticos exigiendo acciones al instante, es innegable que se ha colocado una nueva piedra para seguir construyendo un futfem que poco o nada tendrá que ver con el de décadas pasadas.


Dejamos pues atrás un curso muy especial. Un año que nos ha tocado la fibra de maneras muy distintas, con un sube y baja constante de emociones que nos han llevado de la alegría más desbordante al sufrimiento más mezquino. La enhorabuena al FC Barcelona, por los títulos conseguidos. También a Real Madrid y Levante por haber logrado un pasaporte para disputar la próxima edición de la Women’s Champions League. Y por supuesto palabras de aliento para Deportivo Abanca, Santa Teresa, RCD Espanyol y EDF Logroño, equipos que no han podido conservar la categoría y que esperamos ver muy pronto de nuevo en la élite de nuestro fútbol. Un año de emociones toca su fin. Toca reponer fuerzas y prepararse para el siguiente.

Contenido patrocinado por Iberdrola

Imagen de cabecera: Primera Iberdrola (@PrimerIberdrola)

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