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Previa NBA: División Noroeste

Nido de fracasos, depresiones e histerias, la División Noroeste es el pozo de ambición de miles de aficionados que llevan desde 1977 sin ver un título de ninguno de las franquicias que forman la División. Fueron los Blazers, quienes lo consiguieron frente a los 76ers por 4-2. Utah Jazz, Portland Trail Blazers, Oklahoma City Thunder, Denver Nuggets y Minnesota Timberwolves. Es la hora de dar un paso adelante en Salt Lake City, los Jazz quieren y deben meterse en playoffs y ser el quebradero de cabeza de los grandes equipos del Oeste. En Portland la cosa se ha puesto seria. Con Lillard y McCollum a los mandos, el equipo de Rip City cuajó una temporada extraordinaria, metiéndose en semifinales del Oeste, para caer contra Golden State contundentemente. Un nuevo curso baloncestístico asoma, y con él nuevas ilusiones para un equipo llamado a colarse entre el top 4 de la Conferencia. Año I tras la marcha de Kevin Durant, así están las cosas en OKC. Russell Westbrook se vestirá de (aún) más líder para guiar a un equipo que hará equilibrismos buscando la transición más dulce posible tras la ‘huida’ de Durant a Oakland. Entre los 10 españoles que nos tendrán pegados al televisores madrugada tras madrugada, Juancho Hernangómez llega a Denver junto a Jordi Fernández, quien ejercerá de asistente de Michael Malone, en un equipo que busca su identidad tras tres años sin jugar playoffs y otro lustro siendo carne de primera ronda. Por último, el proyecto joven en Minnesota es el más prometedor de la NBA. Con Thibodeau, Towns, Dunn y Wiggins, la manada buscará su hueco mientras Ricky Rubio afronta su temporada más importante, rodeado de dudas por su falta de efectividad de cara al aro y avalado por su capacidad de dirección y su manejo a la hora de asistir y nutrir a sus compañeros.
Oklahoma City Thunder: La vida sin KD
La pasada temporada concluyó con derrota en las finales de la Conferencia Oeste contra Golden State Warriors, probablemente, algo pasó por la mente de un Kevin Durant que ha acabado tomando la decisión de unirse al ‘enemigo’ que le arrebató el sueño de poder conseguir un anillo con la franquicia del estado de Oklahoma.
Pero antes de la decisión del alero, los Thunder decidieron hacer cambios drásticos la noche del Draft: un jugador clave como era Serge Ibaka se marchó traspasado a Orlando Magic, a cambio de Victor Oladipo, Ersan Ilyasova y el recién elegido Domantas Sabonis, un traspaso que sorprendió a gran parte del aficionado a la NBA. Más tarde, Kevin Durant decidió dejar la franquicia en la agencia libre, dejando además un vacío en los aficionados de los Thunder. Esta nueva campaña comienza con muchas incógnitas al respecto de esta franquicia… La primera probablemente sean los roles de los jugadores: en estos momentos solo hay dos cosas claras, Russell Westbrook será la estrella y partirá como base titular, mientras que Steven Adams seguirá en el quinteto inicial. Además, también se ha de dar por hecho que Victor Oladipo acompañará al base estadounidense en el juego exterior, siendo así el escolta titular del equipo.
Aquí es donde se abren las incógnitas… ¿Quién será el alero titular? A este puesto podrían aspirar hasta cuatro jugadores: Álex Abrines, Andre Roberson, Anthony Morrow o Kyle Singler. Probablemente los dos primeros vayan turnándose los minutos que deje libres Victor Oladipo como ‘2’, y los que deje el ‘3’ titular, que en estos momentos parece que será el buen tirador Anthony Morrow. Mientras que, por su lado, Ersan Ilyasova podría ser el ‘4’ titular. Es importante destacar que, con prácticamente total seguridad, Enes Kanter volverá a ser el sexto hombre de Billy Donovan.
Es evidente que Russell Westbrook cogerá definitivamente el rol de estrella que tuvo Kevin Durant durante su etapa en Oklahoma City, que deberá aprender a competir sin su jugador franquicia. Pero… ¿Qué pasa con Domantas Sabonis? El novato ha dejado buenas sensaciones en pretemporada, y aunque Ilyasova podría ser el ‘4’ titular, parece evidente que el hijo de Arvydas irá cogiendo más minutos con el paso del tiempo e incluso le podría arrebatar el puesto. A todo esto comentado se le debe añadir que se ha estado especulando mucho sobre el interés de la franquicia en el alero de los Sacramento Kings, Rudy Gay. Está en su último año de contrato y podría ser un gran fit para los Thunder, que continúan buscando un ‘3’ con capacidad de tirar y que pueda cumplir con las suficientes garantías a Kevin Durant.
La temporada está a punto de comenzar, probablemente el objetivo no sea el de años anteriores, pero parece bastante claro que los Thunder de Oklahoma City están preparados para competir a un alto nivel, sin descartar cambios importantes en la plantilla. La salida de Kevin Durant hace que las posibilidades de los Oklahoma City Thunder de hacerse con el anillo se reduzcan, pero sin duda alguna el objetivo de la franquicia es entrar en playoffs y competir al mayor nivel posible. Russell Westbrook. Cuando su ahora ex compañero Kevin Durant se lesionó, el base estadounidense dio la cara y se convirtió en uno de los tres mejores jugadores de la NBA. Sin duda alguna dio un salto cualitativo desde aquella campaña y esta es un serio candidato para alzarse con el MVP. A sus 27 años debe coger de forma definitiva las riendas de unos Oklahoma City Thunder que se encontrarán huérfanos con la ‘traición’ de su mejor jugador. ‘Mr. Triple-Doble’ está ante un año donde tendrá que volver a dar la cara y demostrar que puede ser el mejor jugador de baloncesto del mundo.

Westbrook y Adams | Getty

Westbrook y Adams | Getty

Utah Jazz: En busca del mormón perdido
Este año sí. Utah Jazz está ante su temporada más importante desde la salida de Jerry Sloan hace ya 5 años con la obligación de volver a una postemporada que no pisan desde la 2011-2012, donde cayeron por 4-0 ante San Antonio Spurs, que terminaría esa temporada finalista de conferencia. Con un núcleo joven ya formado, y con la plantilla sana al 100%, los de Salt Lake City son claros aspirantes a volver a unos playoffs que año a año siguen echándoles de menos.
Con pocas caras nuevas en la plantilla, la dupla Favors-Hayward deberá volver a cargarse a sus espaldas el peso del equipo, pero a diferencia de temporadas pasadas, la presencia de veteranos ilustres con experiencia más que contrastada ayudará a los jugadores jóvenes de la plantilla a dar el pasito más que se espera de los pupilos de Quin Snyder. Los cambios más destacados con respecto al equipo que se quedó a las puertas del octavo puesto el año pasado los encontramos en la línea perimetral. La llegada de un veterano ya curtido en mil batallas como George Hill es sin duda un gran añadido a una dirección que la pasada temporada sufrió y mucho. Burke no logró asentarse como point guard titular en una franquicia NBA, confirmando los peores pronósticos de su futuro tras aquella maravillosa temporada en Michigan con presencia en la F4. Su salida a Washington ha propiciado la llegada de Hill, excelso defensor y amenaza en el tiro que dará minutos importantísimos mientras el australiano Exum recupera sensaciones tras su calvario el pasado año, donde se quedó en blanco tras lesionarse con su selección durante el verano. Las condiciones físicas de Exum, unidos a su vital importancia en el esquema defensivo en su año rookie no hacen más que confirmar la calidad defensiva de un puesto en el que los Jazz mejoran sustancialmente con respecto al año pasado.
Las alas vuelven a tener los nombres de Gordon Hayward y Alec Burks marcados con fuego. Especialmente importante es el caso del segundo, que tras lograr un sustancioso contrato con la franquicia de Salt Lake todavía no ha podido mostrar su potencial innato tras dos temporadas lastrado duramente por las lesiones. Su puesto en el quinteto lo ocupará un Rodney Hood que no ha hecho más que crecer durante estas dos temporadas. Su capacidad para abrir la pista da todavía más dinamismo a un esquema ofensivo lleno de variantes, que se amplían todavía más con la llegada de Joe Johnson a la franquicia. Tras jugar el final de temporada con los Heat, la sorprendente decisión de no tomar la vía contender para ayudar a formar a los jóvenes valores de los Jazz da la experiencia necesaria a una rotación que volverá a tener a Joe Ingles, Raul Neto y Shelvin Mack peleándose por el resto de minutos en la zona exterior.
En el caso de la pintura, la sorpresa es menor. Si las cosas funcionan para que cambiarlas, y la dupla formada por Derrick Favors y Rudy Gobert ha mostrado una sinergía inquebrantable en la última temporada. El ala pívot es uno de los jugadores más infravalorados de la liga. Su presencia ofensiva y dominación en el rebote se complementan con un juego ofensivo que cada temporada muestra una evolución propia de un jugador All-Star. Este año deberá tomar todavía más protagonismo en la media distancia, mientras Gobert se centra únicamente en lo que mejor sabe a hacer, cerrar la zona. Poco hay que decir del desarrollo de un jugador que ha sabido trabajar un físico privilegiado para este deporte. Su altura y su envergadura le permiten ir un paso por encima del resto de sus atacantes, y su instinto para el tapón le convierte sin duda alguna en uno de los mejores rim protectors de toda la liga. Pero los problemas de Utah llegaban con la entrada de la segunda unidad en pista.
Y ahí es donde la gerencia ha querido dar otro pasito más con respecto al año anterior. La llegada de Boris Diaw da una dimensión diametralmente opuesta a lo que ofrecía la pasada temporada Booker, ahora en las filas de Brooklyn Nets. Su IQ sobre la pista, unida a una capacidad innata para el pase otorga a los Jazz otra amenaza a partir del poste medio. Un revulsivo capaz de ayudar todavía a un ataque que se caracteriza precisamente por explotar de manera incesante el extra pass y la generación de espacios libres. Todo ello mientras Lyles sigue formando un futuro que apunta a ser casi brillante para el alero formado en Kentucky. El trabajo de Snyder fue más que esperanzador la temporada pasada, y en su tercera temporada a los mandos de la franquicia, la defensa y trabajo en equipo deben asentarse como la tónica general para volver al lugar al que se merece una franquicia que por desgracia no posee mercado para reestructurarse a partir de la agencia libre.
A la hora de hablar de los Jazz, lo primero que se viene a la cabeza es el alero formado en Butler. La apuesta de la franquicia por su continuidad no ha terminado de dar ese máximo rendimiento de un potencial All Star, pero con el final de su contrato a la vuelta de la esquina, el talento de Hayward debe imponerse esta temporada. Su capacidad para hacer de todo sobre la pista, y su gran paso adelante en el liderazgo del equipo le colocan como el gran hombre de la franquicia este año.
No hay otro que los Playoffs. Tras años sin saborear una postemporada en la que la franquicia ha demostrado saber moverse como pez en el agua, los Jazz afrontan un nuevo año sabiéndose mejores y con una plantilla confeccionada casi al dedillo para los esquemas que propone Snyder sobre el parqué.

Gordon Hayward | Getty

Gordon Hayward | Getty

Portland Trail Blazers: Asaltar el trono del Oeste
La pasada temporada supuso una inyección de energía para plantilla, franquicia y afición. Tras un gran final de temporada regular, los de Oregón fueron capaces de eliminar a Los Angeles Clippers (4-2) en la primera ronda de los Playoff’s de la NBA. En semifinales de conferencia, fueron capaces de plantar cara a unos Warriors que iban lanzados a por el anillo. Después de la alegría inesperada, esta temporada se afronta con gran ilusión en Portland. Las llegadas de Ezeli y Turner son las más destacadas en una agencia libre no del todo buena para los Blazers.
Portland Trail Blazers se interesó por bastantes agentes libres, entre los que destacan Chandler Parsons (Memphis Grizzlies), Hassan Whiteside (Miami Heat) y Pau Gasol (San Antonio Spurs). Estuvieron muy cerca de firmar al jugador español, pero Pau partió a San Antonio. Ese fracaso relativo hizo que se tuvieran que poner a firmar jugadores a contrarreloj. De esta manera firmaron a Evan Turner ($70 millones / 4años) y a Festus Ezeli, que hizo hueco salarial a Kevin Durant. Estos dos jugadores son las grandes adquisiciones de Portland en el mercado, y están llamados a ser importantes en ambos lados de la cancha.
Otro de los problemas que se les planteaba era la gran cantidad de agentes libres restringidos que tenían en la plantilla. Todos ellos habían realizado un gran final de temporada, y llamaron la atención de equipos con mucho dinero. Igualaron la millonaria oferta de Brooklyn Nets por Allen Crabbe ($75 millones / 4 años) para retener al escolta angelino. Meyers Leonard y Maurice Harkless también firmaron grandes contratos. Además, Neil Olshey renovó al jugador más mejorado de la temporada (MIP), CJ McCollum con un contrato de $106 millones a razón de cinco años. Han construido una plantilla talentosa a base de jugadores jóvenes con contratos largos.
Lillard y CJ McCollum promediaron 45.9 puntos por partido entre los dos, y esa será la mayor arma de los Blazers. Conforman uno de los ‘backcourt’ más letales de la liga. Además, han conseguido mantener a grandes triplistas, una de las grandes amenazas del equipo de Stotts. El papel que aporte Evan Turner será muy importante para el equipo. El aspecto más negativo del equipo es la defensa: Lillard y McCollum tienen mucho trabajo por delante en esta faceta. Por lo tanto, los jugadores interiores y Harkless son los que tendrán que asumir esta tarea. El fichaje de Ezeli será de gran alivio para Plumlee, principal baluarte defensivo.
De esta forma, el ‘backcourt’ Lillard-McCollum es inamovible del quinteto titular de Terry Stotts. Los puestos interiores serán para Aminu y Plumlee o Ezeli. La duda viene en el puesto de alero. La costosa renovación de Crabbe no ha sido en vano, y el fichaje de Turner hace que el ex celtic venga para jugar. Tampoco hay que olvidarse de Harkless, que hizo un gran final de temporada. La corta rotación de Stotts hace que talentosos jugadores tengan que esperar su oportunidad desde el banquillo cuando el partido esté menos árido.
Nueva temporada ilusionante en Portland. Salidas, llegadas y muchas renovaciones. Un equipo que Stotts ya conoce. Muchos aficionados consideran que deben volver a playoffs. La confianza en los Lillard y compañía es cada vez mayor, y el base californiano quiere dar el último paso para consolidarse como una estrella de la liga. Los más optimistas creen que este equipo puede llegar a las 50 victorias, pero el objetivo principal de los Blazers es volver a alcanzar los playoffs e intentar mejorar el récord de la temporada pasada (44-38).
Damian Lillard es el jugador franquicia de Portland Trail Blazers. Y así lo lleva demostrando desde que llegó al equipo. La pasada temporada promedió 25 puntos y siete asistencias por partido, bien secundado con McCollum. A sus 26 años, el base nacido en Oakland quiere confirmarse como una de las estrellas de la liga. Aún no ha sido All-Star, y todo aficionado a la NBA espera que esta temporada consiga su objetivo. Debe conducir a Portland Trail Blazers a los playoffs por cuarta temporada consecutiva. El juego ofensivo de Terry Stotts le viene como anillo al dedo y esta temporada servirá para ver como Damian Lillard sigue creciendo en la mejor liga de baloncesto del mundo.

McCollum y Lillard, líderes | Getty

McCollum y Lillard, líderes | Getty

Minnesota Timberwolves: ¡Volad solos, cachorros!
El proyecto de los Timberwolves sigue su curso. Volviendo a ser fieles una vez más a su filosofía, los lobos quieren aullar un poco más fuerte después de 12 temporadas consecutivas sin alcanzar los playoffs. Tras conseguir otro excelente jugador en el Draft de este año –Kris Dunn-, los de Minnesota encaran una nueva temporada con el estilo que les caracteriza: un juego dinámico, vertical y directo. La principal novedad de este año en el Target Center es el adiós de Kevin Garnett. Hablar de él siempre ha sido hacerlo de los Timberwolves, pero este año los jóvenes estarán un poco más solos. La retirada de ‘The Big Ticket’ provocará un receso en la mentoría de los jóvenes, pero la cúpula de los de Minneápolis ha encontrado una solución.
Tom Thibodeau será el nuevo entrenador de los Timberwolves. Con Flip Saunders aún en el recuerdo, los malos resultados de Sam Mitchell incitaron una reflexión. Quizá hacía falta un poco de mano dura. Y no cabe duda de que Thibodeau es uno de los técnicos más exigentes de la liga en este aspecto. La expectación que causa el técnico es absoluta, ya que viene estar un año sin entrenar.
Los Timberwolves no han estado muy activos en el mercado. ¿Por qué? La respuesta es simple: crédito a su plantilla. Un roster barato y con una proyección bárbara. Los fichajes más destacados son los de Cole Aldrich y Brandon Rush, así como el de Jordan Hill. Los 2 números 1 del Draft, Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns, siguen progresando y sumando experiencia a sus incipientes carreras profesionales. Este debe ser el año en el que ambos den un paso adelante y se consoliden como hombres destacados en su posición y dejen de catalogarse como promesas. Esperemos ver también un buen año de Ricky Rubio, que, a sus sólo 25 años, viene de hacer unos buenos Juegos Olímpicos y tiene las ganas intactas de demostrarle al planeta baloncesto que sigue teniendo una capacidad de lectura de juego impecable. El punto a mejorar en el equipo está en la línea exterior. La media global de la temporada pasada de acierto en triples no llegó al 40%. Veremos si son capaces de generar más tiros liberados a medida que los jóvenes vayan sumando rodaje y partidos.
En resumen, la era post-Garnett ha llegado a Minnesota. Saber gestionar este contexto tendrá un gran peso en cómo vaya la temporada. Los jóvenes deben dar un puñetazo encima de la mesa, llevan varios años jugando juntos ya. El bloque está cohesionado. Veremos hasta dónde es capaz de llegar Dunn y si Ricky se mantiene regular. Los lobos están de vuelta. El descaro que exterioriza Towns, a sus 20 años, llega a ser insultante. Las estadísticas de su primera temporada en la NBA le auguran un futuro muy prometedor: el pívot registró una media de 18’3 puntos y 10’5 rebotes por encuentro. Media de doble-doble: una auténtica barbaridad.

Sin embargo, Towns tiene que tener los pies en el suelo. Este año debe continuar ofreciendo su mejor versión y mucha más gente empezará a hablar de él. Y en un futuro… ya ni les contamos. Seamos realistas. Aunque la afirmación de que el nivel de competitividad de la Conferencia Oeste ha ido en picado la pasada temporada, a nivel de números los mejores equipos siguen estando ahí. La meta no es otra que quitarse de un plumazo el peso de ser el equipo que más tiempo lleva sin jugar la postemporada: 12 años. Hará falta regularidad.

Es la hora de Minny | Getty

Es la hora de Minny | Getty

Denver Nuggets: Incógnita letal
No tiene una temporada fácil Mike Malone a los mandos del barco de Colorado. Con una offseason muy tranquila a sus espaldas, Denver Nuggets afronta una nueva temporada todavía dentro de esta etapa que parece infinita tras la marcha de Carmelo Anthony a los Knicks. Sin identidad, pero con mucho talento joven en sus filas, el futuro de Kenneth Faried y el liderazgo de Gallinari son los principales atractivos de un equipo que cuenta con una rotación profundísima pero con un grupo carente de experiencia e intensidad para alcanzar los ocho primeros puestos de la conferencia oeste.
Como hemos dicho la gran incógnita de la franquicia se llama Kenneth Faried. Tras varias temporadas de más a menos, su contrato y vínculo con los Nuggets parecía hacerle candidato a salir este verano, pero otro año más el power forward permanece en la franquicia para liderar un juego interior que este año parece mucho más maduro y talentoso que nunca. Pero antes de arrancar con las piezas interiores, hay que hablar del perímetro. Tras una buena temporada rookie, Emmanuel Mudiay llega a su segunda temporada en Denver con el rol de consolidarse como el líder indiscutible de la franquicia. Su irregularidad y falta de tiro exterior fueron sus puntos más flacos la pasada campaña, pero su físico y explosividad dan muestras un año más de que su estilo de juego encaja perfectamente en rol de base de esta liga. Su consistencia marcará el año de los Nuggets, y con un liderazgo indiscutible en sus venas, Malone confía plenamente en el potencial de Mudiay como jugador franquicia. Junto a él encontramos esta temporada unas alas todavía más profundas tras la apuesta en el Draft de uno de los jugadores más talentosos de su generación, Jamal Murray.
El ex de Kentucky llega a Colorado para cubrir ambas posiciones del backcourt y dar todavía más rango de tiro a un perímetro que sobre el papel tiene de todo. Su falta de físico y explosividad son las grandes dudas al máximo nivel, pero su madurez y ética de trabajo le sitúan desde el minuto uno como uno de los jugadores llamados a ser importantes desde el banquillo para Malone. Junto a él, Will Barton seguirá buscando consolidar su papel como uno de los grandes microondas de la liga. Gary Harris y el rookie de Florida State, Malik Beasley (candidato a robo del draft), cierran un puesto de escolta que tendrá difícil repartir minutos, pero en el que la intensidad defensiva primará por encima de todo a la hora de decidir.
Las alas se completan con dos de los nombres llamados a ser la cara de la franquicia este año. Gallinari afronta su octava temporada en la liga con la madurez necesaria para ser uno de los mejores segundos espadas de la competición, y los problemas físicos que tanto han lastrado su carrera NBA parecen olvidados a sus 28 años. Su capacidad anotadora y ese talento innato para jugar a esto se antojan imprescindibles para unos Nuggets que necesitan identidad propia de manera inmediata. Junto a él encontramos a otro de los grandes nombres lastrados por las lesiones desde su llegada a Denver. Wilson Chandler dio su verdadero juego en la gran manzana, pero su actitud dudosa y el físico no le han dejado llegar a ese nivel desde su traspaso hace ya 5 temporadas. Tras una temporada en blanco, Malone podrá contar de nuevo con uno de los jugadores más especiales de la temporada, y con visos a ser clave en los esquemas ofensivos de los Nuggets.
Ya pasando a posiciones interiores, la salud es la noticia más importante para Malone y el staff técnico. El bosnio Nurkic vuelve a la liga tras perderse 50 partidos la temporada pasada, y su nivel en pretemporada es poco menos que ilusionante. Su presencia en la zona, en especial teniendo en cuenta su tamaño promete suplir uno de los grandes problemas la pasada temporada, la ausencia de un cinco puro en la zona. El experimento de Faried en ese rol no funcionó, y con la vuelta del bosnio, Manimal podrá de nuevo jugar donde más daño hace, cargando el rebote en ataque y cerrando la zona en la pintura ante jugadores más acordes a su perfil. Todo mientras el serbio Nikola Jokic sigue evolucionando uno de los estilos de juego más especiales del viejo continente. Su excelente segunda mitad de temporada el año pasado le han colocado como una de las grandes promesas de la liga, a la vez que su capacidad para anotar y sobretodo distribuir desde el poste le otorgan una versatilidad especial al sistema de ataque de los Nuggets. Es de esperar que su segunda temporada en la liga sea más que notable, todo mientras Faried cubre sus carencias todavía por pulir.
Completando el juego interior encontramos a otro de los nuevos jugadores españoles que aterriza en la liga. Juancho Hernangómez se ha ganado a pulso un hueco en el roster, y por qué no decirlo, unos pocos minutos cuando empiece a cortarse el pastel. Su producción en cancha ha sido sobresaliente tanto en Summer League como en la preseason, y su potencial de mejora le convierte en un proyecto interesantísimo para una franquicia que apuesta tanto por el talento europeo. Su capacidad para alternar también el puesto de tres puede darle esos minutitos necesarios para no perder la esperanza en una primera temporada que suele ser más que complicada para los recién llegados que no parten con grandes posibilidades de tener protagonismo.

Danilo Gallinari, “Il Gallo”, como le apodan desde su Italia natal, afronta su madurez plena con el protagonismo que se merece en una temporada en la que su papel será el que él quiera tener. Referencia anotadora, el culmen de su juego llega a unos 28 años que le han hecho olvidar por un tiempo su interminable historial de lesiones. Con talento para ser All-Star, la consistencia en el juego y la regularidad de los Nuggets determinarán el papel de uno de los jugadores más especiales de la liga. Lo mostró en Knicks, y en Denver ha consolidado a una auténtica delicia ofensiva capaz de sacar un repertorio prácticamente inagotable.
Tras un récord de 33-49 la pasada temporada, el objetivo claro para los de Colorado es seguir escalando peldaños en un Oeste complicado. La evolución de Mudiay como líder y el estado de salud de un roster plagado de bajas en años anteriores determinarán si los Nuggets serán capaces por lo menos de luchar por ese octavo puesto que les haga regresar a la postemporada tras años de ausencia, y que reflote un proyecto hundido con la salida de Anthony hace ya muchos años.

Il Gallo | Getty

Il Gallo | Getty

Opinión
A título personal, diré que es la División en la que más ilusiones tengo puestas de cara a esta temporada 2016/2017. Road to MVP. Ese es el lema que acompañará a Russell Westbrook en su primer año en solitario al frente de unos Thunder que, deben jugar bien, hacer crecer a sus jóvenes y jugar las eliminatorias por el título sí o sí. De los Jazz espero que sean 6-7º y den la campanada en la postemporada, acreditando ese salto con varios All-Star. Creo que Portland crecerá de forma exponencial y jugará la final del Oeste…pero no diré contra que equipo. Los Timberwolves tienen que dejar de ser el sueño húmedo del aficionado joven de la NBA y ser al fin, lo que todo el mundo desea. No ganarán, es posible que se queden a las puertas de los playoffs, pero tienen que dar buena imagen y mostrar al mundo que de aquí, a 3-5 años, hay semilla de campeón en Minnesota. Por último, Denver. Equipo al que menos fe le tengo, pero espero que sea el trampolín de Juancho hacia un futuro más que prometedor (en mi opinión, más que Willy).

Periodismo. Hablo de baloncesto casi todo el tiempo. He visto jugar a Stockton, Navarro y LeBron, poco más le puedo pedir a la vida. Balonmano, fútbol, boxeo y ajedrez completan mi existencia.

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