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Los penaltis acaban con la bestia negra

Los campeones del mundo y los actuales subcampeones de Europa se verían las caras en Burdeos, como si estuviésemos asistiendo a un congreso de los mejores vinos del mundo.

La previa estaba marcada por el balance de ambas selecciones en partidos oficiales. Alemania nunca ganó a Italia en un gran torneo. Sus 8 enfrentamientos finalizaron con 4 empates y 4 victorias del conjunto azzurro. Entre ambos, 12 títulos sumando mundiales y eurocopas. Uno se quedará en el camino.

Joachim Löw apostaría por contrarrestar los 3 centrales italianos dejando a Julian Draxler en el banquillo usando el mismo sistema que su homónimo italiano. Höwedes entraría en escena acompañando a Hummels y Boateng como hombres defensivos, desplazando a Kimmich y a Hector a los puestos de carrileros. Por su parte, Italia llegaría al duelo ante Alemania con numerosas bajas en la medular que obligaron a Conte a utilizar un trío prácticamente inédito en la escuadra Azzurra. Sin Motta, Candreva ni De Rossi, el seleccionador italiano se vió obligado a alinear a Giaccherini, Sturaro y Parolo en la parcela ancha.

 

El duelo táctico de ambos entrenadores había comenzado antes de que el árbitro del partido hiciese el pitido inicial. El encuentro comenzó con una Italia muy parecida a la que vimos ante España. Pelle y Eder presionaban la salida de balón de Alemania, que le costó entrar en el partido. Poco a poco, la Mannschaft se hizo con la posesión y en el mismo espacio de tiempo, los de Conte daban un paso atrás para esperar a su rival. Pero el primer revés para los germanos no tardaría en llegar. Khedira notaría un pinchazo y debería dejar el terreno de juego, siendo sustituido por Bastian Schweinsteiger, que con su entrada igualaba a Miro Klose como jugador alemán con más partidos en torneos oficiales (37).

La tónica de los primeros 45 minutos sería siempre la misma. Partida de ajedrez desde el banquillo y pocos errores que impedían a los ataques aparecer cerca del área de su oponente. Buffon y Neuer presenciaban como sus compañeros eran incapaces de crear ocasiones de gol. Thomas Müller y Emanuele Giaccherini intentaron animar el encuentro antes del descanso. Especialmente el cuadro azzurro estuvo cerca de irse con ventaja al vestuario, pero el disparo de Sturaro fue repelido por la defensa teutona a córner. El respeto predominó en la primera mitad.

 

La segunda mitad comenzaría de igual manera que acabó la primera. Ambos equipos aportaban poco ritmo a la circulación del balón, aunque las imprecisiones de unos y otros, ayudaban a mejorar el espectáculo. De esta manera, empezaron a llegar las oportunidades, siendo Mesut Özil el elegido para decantar la balanza de manera momentánea en el partido. Una magnífica jugada de Mario Gómez, la incorporación de Hector y la definición del futbolista del Arsenal puso el 1-0 en el luminoso.

Cuando parecía que Italia estaba más fuera que dentro, Boateng decidió defender un balón con los brazos en alto y cometió un penalti absurdo que acabaría con un lanzamiento magistral de Bonucci desde los 11 metros. Manuel Neuer no pudo hacer nada para evitar el empate y los italianos empezaban a soñar. Con la sensación de que el físico sería fundamental en los minutos más decisivos, Alemania e Italia afrontaban una nueva prórroga en la Eurocopa 2016. En el camino, Mario Gomez sería sustituido por Draxler y Hummels vería una amarilla que le impediría jugar las semifinales en caso de que los de Joachim Löw, la disputasen.

 

 

Los 30 minutos extras se jugarían con la duda de cómo llegarían física y moralmente cada combinado nacional. Boateng parecía tocado tras su fallo y los fantasmas de los duelos directos ante Italia empezaban a aparecer. Los de Conte, por su parte, acusaban la falta de fondo de armario en el banquillo, aunque el penalti de Bonucci supuso una notable inyección de ánimo para afrontar la recta final del partido. La tanda de penaltis sería inevitable y el técnico italiano aprovecharía para realizar su último cambio pensando en uno de los lanzamientos.

Los penaltis pasarán a la historia. 6 de los 10 primeros penaltis fueron errados por sus respectivos lanzadores. Entre ellos, Zaza (el futbolista que salió en el último minuto para ser uno de los lanzadores), Özil (el autor del gol alemán), Bonucci (autor del gol de Italia, de penalti) o Schweinsteiger (que durante el partido había hecho historia con su selección). En el momento decisivo, Darmian fallaría su penalti mientras Jonas Hector anotaría el penalti que acabaría con Alemania clasificada para las semifinales de la Euro 2016. Francia o Islandia, será su rival.

PUNTUACIONES

Alemania (5-3-2): Neuer (7); Höwedes (6), Boateng (4), Hummels (7), Kimmich (6), Hector (6); Kroos (5), Khedira (S.C), Özil (7); Müller (5), Mario Gómez (6). Sustitutos: Schweinsteiger (4), Draxler (5)
Italia (5-3-2): Buffon (6); Barzagli (6), Bonucci (7), Chiellini (6); Florenzi (6), Sturaro (6), Parolo (5), Giaccherini (7), De Sciglio (5); Pelle (4), Eder (6). Sustitutos: Darmian (4), Insigne (6), Zaza (S.C)

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Sevilla. 1984. Creador de #HoradeBundesliga. Redactor y coordinador de fútbol alemán en SpheraSports. Empiezo a ser útil cada semana en los estadios de Sevilla, Betis y Córdoba. Enamorado del fútbol, amante de la Bundesliga. Es duro fracasar en algo, pero aún más duro es no haberlo intentado.

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