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Palmeiras, el gigante se levanta de nuevo

Tras su coronación el domingo, Palmeiras llegó a los nueve títulos nacionales y se convirtió en el club más ganador de la historia del fútbol brasileño. Sin embargo, ese número refleja más la gloria del pasado que la abundancia del presente.

La del domingo fue la primera consagración en los últimos 22 años de un conjunto que, empujado por el nuevo éxito, quiere volver a ocupar su lugar entre los grandes equipos del país.

El primer «Brasileirao» que ganó Palmeiras fue en 1960, en su segunda edición (antes, en una geografía tan vasta, los campeonatos eran estaduales). Luego, en la década del ’60, el conjunto de la ciudad de Sao Paulo obtuvo tres títulos más y para 1973 ya tenía seis en total.

Sin embargo, el dominio «palmeirense» comenzó a declinar y el equipo debió esperar hasta 1993 para volver a ganar el título nacional. En 1994, obtuvo el bicampeonato. Y hasta este domingo, 22 años después, la de esa temporada era su última consagración.

Aquel equipo bicampeón de 1994 estaba compuesto por grandes figuras de la historia del club, como Evair, Edmundo y Zinho, y por otros muy buenos jugadores que estaban surgiendo, como César Sampaio y Flavio Coneceição.

Sin embargo, de los integrantes de ese plantel, había dos que estarían llamados luego a convertirse en leyendas, tanto de la selección de Brasil como también en el fútbol europeo: Rivaldo y Roberto Carlos.

Un título inolvidable | Getty

Un título inolvidable | Getty

En la década del ’90, y auspiciado por la empresa de lácteos italiana Parmalat, Palmeiras volvió a transitar por el camino de éxitos. En 1997, salió segundo en el «Brasileirao», en 1998 ganó la Copa Mercosur y en 1999 se quedó con el título más importante de su historia, la Copa Libertadores.

Sin embargo, junto con la caída en desgracia de Parmalat, también comenzó a declinar la hegemonía del club. No fue el único equipo que sufrió por ello: en Italia, Parma y, también en Brasil, Juventude disfrutaron de las mieles del éxito para, al tiempo, ser «desterrados» hacia el ocaso.

En 2002, el equipo descendió por tercera vez en su historia (las primeras dos fueron en 1980 y 1981, aunque con otro formato de campeonato). Y en 2012, bajó de nuevo.

Después de subir en 2013, las últimas dos campañas del Palmeiras fueron muy irregulares. Pero en 2015, el club mostró que, de nuevo, quería volver a la antigua senda triunfal, al quedarse con la Copa de Brasil, luego de vencer a Santos en la final.

Y este año, el «Verdao» armó un plantel competitivo, caracterizado por la mezcla justa entre jugadores jóvenes y experimentados, y con varios futbolistas que en un principio eran una incógnita y que luego acabaron siendo claves en la obtención del título.

Zé Roberto, de 42 años, fue titular durante todo el campeonato. Y Gabriel Jesus, de apenas 19 y ya figura en la selección de Brasil, se convirtió en ídolo de la institución. Fernando Prass, arquero de 38 años, era pieza fundamental en el armado del equipo, pero desde que se lesionó en agosto, y con Jaílson bajo los tres palos, el equipo nunca perdió.

Los volantes Moisés, Tche Tche y Jean, así como el atacante Dudu y el defensor colombiano Yerry Mina, que llegó como una apuesta en julio y hoy ya lo miran desde el Bayern Munich y el Barcelona, coronaron también un campeonato casi sin fallas, que los llevó a ser reconocidos por todo el ambiente del fútbol en Brasil.

Gabriel Jesús, último servicio con el 'Verdao' | Getty

Gabriel Jesús, último servicio con el ‘Verdao’ | Getty

Durante la celebración del domingo, tras la victoria 1-0 ante Chapecoense, Zé Roberto remarcó que en 2014, al llegar al club, los dirigentes le habían prometido armar un equipo competitivo para pelear el campeonato y devolver al Palmeiras al lugar «en el que siempre debió estar».

Jesus, por su parte, se dirigió a los fanáticos que colmaron el estadio y, antes de marcharse al Manchester City, pidió: «No se olviden de mí, que yo no me olvidaré nunca de ustedes«. Moisés, en tanto, se refirió al entrenador, Cuca, que todavía no decidió si seguirá dirigiendo al equipo.

«Queremos que se quede», afirmó una de las grandes figuras de la consagración. «Él montó este plantel, conoce a todos los jugadores y sabe en qué debemos mejorar, ojalá siga con nosotros«.

Cuca fue, sin dudas, uno de los grandes artífices del título. Y según él mismo reconoció en una entrevista después del triunfo, el armado del grupo no le fue nada fácil: «Tengo un plantel de 39 jugadores, todos con personalidades diferentes. Tuve problemas con Dudu, con Lucas Barrios, con Rafael Marques, y adoro a los tres. No es fácil entrenar 11 contra 11 y dejar a 17 afuera».

Así, con un técnico de personalidad muy fuerte, un equipo compacto que mezcló juventud y experiencia en su justa medida, una estructura dirigencial competente y, principalmente, por las ganas de todo un plantel de volver a hacer del Palmeiras un grande del fútbol brasileño, el «Verdao» se volvió a consagrar.

El año que viene, como campeón de Brasil, el conjunto paulista será uno de los grandes candidatos a ganar la Copa Libertadores. E intentará que el regreso al sendero del éxito pueda seguir profundizándose.

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