Ricky Rubio regresó a Minnesota, donde jugó durante seis temporadas, recibiendo una gran ovación por parte de los aficionados de los Timberwolves.
Después, firmó un gran partido para Utah, logrando un doble doble (19 puntos y 10 asistencias) que no fue suficiente para evitar la derrota de su equipo (100-97).