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Otra vez el 'culebrón Mbappé'

Vuelve la historia de amor-desamor más televisiva del último año. Este verano la historia terminó con él en París, prácticamente casado, pero vuelve a haber problemas en la capital francesa. Esto perfectamente podría ser la entradilla de un programa del corazón, pero no. Como es evidente para los futboleros como nosotros, hablamos del triángulo amoroso entre el PSG, Kylian Mbappé y el Real Madrid.

Era un secreto a voces que Mbappé vendría al Madrid. Todos lo dábamos ya por hecho, sinceramente creo que hasta el propio Kylian lo creía, pero finalmente no fue así. Y no fue por culpa del Madrid, de Florentino, ni de Tebas, sino de él mismo que -por los motivos que sea- decidió renovar con el PSG y quedarse en la capital parisina. Fue un movimiento que muchos merengues consideraron una traición pues toda la parroquia blanca lo quería, lo apoyaba, le abría los brazos… Y él se dejaba querer. Finalmente les dio calabazas y siguió su romance con el PSG.

Tras semejante puñalada -así se sintió en Madrid-, la opinión pública cambió. Quienes deseaban verlo de blanco, ahora no lo quieren ver ni en pintura, y quienes antes le abrían los brazos, ahora le dan un empujón. En este contexto, y ni seis meses después de haber tomado la decisión, salta la noticia: «Kylian Mbappé quiere irse en enero». Según aseguran diversas fuentes, la relación con el PSG está rota pues se siente traicionado por algunas promesas que le había hecho Al-Khelaïfi como condiciones para su renovación. Uno de los descontentos principales de Mbappé parece ser el mercado veraniego del equipo. Se le prometieron refuerzos que nunca llegaron, refuerzos de garantías. Esta parte de la información es fácilmente creíble pues, en varias ocasiones, tanto entrenador como director deportivo afirmaron que no lograron concretar algunos fichajes que querían. Nunca se dieron nombres pero por los que se sabe que tuvieron más interés fue con Skriniar, defensa central del Inter; Dembélé, que estuvo cerca de no renovar con el Barcelona; y Milinković-Savić, centrocampista de la Lazio. Incluso se llegó a decir que querían fichar a Robert Lewandowski si el Barcelona finalmente no encontraba la manera de hacerlo.

Lo cierto es que estos fichajes nunca llegaron, pero no es el único motivo del descontento de Mbappé. El vestuario no acaba de encajar y se nota una brecha entre las tres estrellas de su delantera. Messi y Neymar van por un lado, y Mbappé por otro. Me da la sensación de que el tema de quién es el principal lanzador de penaltis solo aireó puertas afuera esta problemática, aunque hay quien dice que fue el motivo de su separación. Tiene que ser más profundo que eso.

La misma información que revela la intención de Mbappé de salir en enero dice que, por supuesto, el PSG no pondrá facilidades. Lo primero sería no dejarle salir, en principio como postura inamovible. Pero sabemos que estas posturas a veces son menos firmes de lo que parecen en principio. También Lewandowski iba a cumplir su contrato con el Bayern Múnich -así lo aseguraban los directivos del equipo alemán- y finalmente terminó yendo al Barça. En segunda instancia, parece que el PSG vetaría al Real Madrid como posible destino de Kylian, como ya hizo en mercados anteriores. Con el Madrid vetado, el Liverpool se posiciona como el siguiente favorito. Lo cierto es que sus estilos de juego me cuadran y el equipo de Klopp necesita tocar alguna tecla para estar a la altura de lo que se espera de ellos, quizá en enero sea demasiado tarde.

Pese a todo, a nivel personal creo que es todo una estrategia para presionar al PSG. Es muy poco realista que se vaya a ir en enero, habiendo firmado una renovación por tres años hace pocos meses y que después de todo su destino no sea el Real Madrid. Pero sobre todo, es muy improbable que el PSG lo vaya a dejar irse. Ya demostraron varias veces que están dispuestos a TODO para que se quede, y si tienen que renunciar a Neymar y Messi creo que lo harán. ¿El objetivo de dicha presión al PSG? Pues no tengo ni idea, seguramente algún motivo digno de un chico muy bueno, sí, pero con un ego desmesurado. Primero hay que ser personas y después futbolistas.

Imagen de cabecera: Getty Images

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