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Motociclismo

Ocho bestias, dos pilotos sobresalientes y un título en juego

El Gran Premio de Tailandia nos dejó dos cosas tremendamente claras: la primera, que MotoGP está bastante por encima de la Fórmula 1 en lo que ha organización se refiere y nos ha demostrado que se puede correr con lluvia y, a la vez, mantener las medidas de seguridad de los pilotos. Los neumáticos de lluvia en MotoGP sí que se utilizan. La segunda de ellas, que hay dos pilotos cuyo nivel es tan sobresaliente que se atreven a poner en jaque el dominio de Ducati: Quartararo y Márquez.

Incluso en lluvia, el nivel de superioridad que muestran las Ducati no lo recuerdo en la época reciente de MotoGP. Tal vez aquella Honda de principios de siglo, en las primeras temporadas de los 2000, era tan superior al resto de monturas como lo es Ducati hoy en día, pero entonces había dos grandes diferencias. Una de ellas es el número de Hondas que había en parrilla, nada ver con Ducati, que cuenta con hasta seis motos capaces de subir al podio. Y la otra de ellas es que el porcentaje de importancia de la moto en los campeonatos era menor. De hecho, Valentino Rossi dejó la Honda dominante y, sin hacer pretemporada, les robó el título con una Yamaha que sufría mucho el año anterior. Aunque era Valentino Rossi en modo prime, eso era trampa.

Pecco Bagnaia es claramente el piloto que más ha logrado exprimir esta Ducati de 2022. En los 17 Grandes Premios disputados esta campaña, ha logrado seis victorias, 8 podios y 5 poles. Pero no muy lejos se sitúan Miller o Bastianini, que también son capaces de ganar y de ir muy rápidos a una vuelta con la marca italiana. Por otro lado, Jorge Martín, Johann Zarco y Marco Bezzecchi han logrado subir al podio esta temporada. Tan solo Luca Marini y Di Giannantonio no han subido al cajón, pero igualmente luchan por el TOP 5 en muchas de las carreras. Entre ese océano de color rojo, se descubren dos pequeñas islas: Fabio Quartararo y Marc Márquez.

El francés, vigente campeón del mundo y actual líder del mundial, tiene opciones de llevarse el título a falta de tres carreras con una Yamaha que no está a la altura del ‘diablo’. Si bien es cierto que poseía una ventaja de más de 90 puntos sobre Pecco y ahora se encuentra a tan solo dos el ‘63’ de Ducati. Y las sensaciones e inercia de ambos son completamente opuestas. Bagnaia está en una dinámica muy positiva, actualmente es el piloto más en forma de la parrilla; mientras que a Quartararo se le ve un poco frustrado intentando competir contra una moto superior y contra una fábrica que tiene ocho pilotos capaces de luchar con él en el cuerpo a cuerpo. Su principal arma para las tres citas restantes radica en su madurez, en la presión que se quitó el año pasado conquistando el campeonato y los nervios que pueden jugar una mala pasada a Pecco.

Y por si fueran pocos, llegó Marc Márquez. Tras una operación que parece, al fin, la definitiva, ya puede competir sin un dolor en su brazo que condicionaba completamente sus trazadas y llegaba a los finales de carrera, literalmente, sin fuerzas. Y eso sobre una moto que pesa y corre como una bestia, no es lo más recomendable. La Honda del ‘93’ está lejos de ser lo competitiva de hace años, pero, al igual que sucede con Fabio, Marc es capaz de sacar un rendimiento por encima de las expectativas de su máquina. Desde su regreso ya ha logrado una pole position y está rozando el podio. Este año su objetivo, lógicamente, es recuperar sensaciones, correr sin dolor y soñar con una victoria para terminar su temporada calvario con un mejor sabor de boca para encarar la próxima con opciones de luchar por el título.

Tres carreras restantes. 75 puntos en juego. Tan solo dos de diferencia entre Quartararo y Bagnaia. Aleix y Bastianini tienen opciones aún, pero muy remotas. Lo más probable es que Ducati se lo lleve por número de pilotos involucrados en la lucha, posibles órdenes de equipo y que tienen la mejor moto con el piloto más en forma. Pero hay dos oasis en medio del desierto ducatista. Dos islas que emergen entre el océano italiano. Quartararo y Márquez. Y para que el primero gane, probablemente necesite que el otro le eche una mano indirectamente. Y si el año que viene tienen una moto a su altura, podemos estar ante una de las mejores temporadas de la historia.

Imagen de cabecera: @KTM_Racing

1994. Tanos, Cantabria. Estudiante de periodismo. @SpheraSports y @FCBsphera “Esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido”.

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