Síguenos de cerca

Fútbol sudamericano

El ocaso de la gambeta del Río de la Plata

El fútbol argentino está en crisis. Esto no es nuevo. Paro de jugadores, una Asociación acéfala y un torneo que demoró en reanudarse. Crónica de un declive que data desde hace décadas y se mezcla con la política nacional, arrastrando a un país amante y enfermo por el balón.

Julio Humberto Grondona fue el mandamás de la Asociación del Fútbol Argentino durante 35 años. Sí, más de tres décadas sentado en el sillón de Viamonte. Un período para enmarcar el cuadro del manual de la anti-democracia y el abuso del poder. Dejó el cargo obligado, como prometió alguna vez: «Me van a tener que sacar de la AFA con los pies para adelante», y con su muerte muchos vislumbraron una nueva etapa. Algo que aún no sucedió.

Luis Segura, vicepresidente de Grondona, tomó el cargo por poco tiempo ya que la FIFA intervino y se creó el Comité de Regularización con Armando Pérez como Presidente. En diciembre del 2015 se realizaron las elecciones pero insólitamente terminaron en empate 38 a 38, a pesar de que había sólo 75 votantes. Con fecha a confirmar, volvió a aplazarse la elección que tendrá un nuevo capítulo el 29 de marzo.

Mientras tanto el torneo argentino sufrió varias modificaciones. Pasó de tener 20 equipos de Primera División a tener 30, de tener un formato corto, a uno largo. Diferentes maneras de clasificación para copas internacionales y de descenso. Reglas que mutan y tienen una vida útil de 1 o 2 años.

Su versión 2016/17 no se reanudó por un paro de jugadores que exigen el pago de deudas que mantienen con ellos los clubes. El Estado ya no se involucrará en el pago por la televisación y se sucedieron las pujas de las distintas empresas televisivas con sus aportes políticos a entrar en juego., hasta que Fox Turner ganó la licitación. La AFA aún busca un Presidente que será elegido acorde a las relaciones y nexos de los distintos clubes cúpula dentro de dicho organismo. Un caos que explica por qué la Selección Argentina no consigue un Mundial desde hace 31 años.

LEER MÁS: Una nueva crisis azota al fútbol argentino

Mientras tanto en el plano político-social argentino, muchos estudiantes no comenzaron sus clases porque hay un paro docente exigiendo mejoras salariales, pero en la calle porteña se respiraba la bronca porque la pelota aún no rodaba. Un amor por el fútbol que se transforma en enfermedad. «El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes», dijo Valdano, algo que sus compatriotas parecen no comulgar.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Fútbol sudamericano