El nuevo jefe de la Fórmula 1, Chase Carey, aseguró que su predecesor, Bernie Ecclestone, le dejó muchos asuntos por resolver. «Hay problemas por todos lados», dijo el estadounidense al diario británico ‘The Telegraph’. «No comercializamos el deporte, no facilitamos a los fans conectarse con el deporte a través de las plataformas existentes actualmente, nuestras relaciones con los patrocinadores son unidimensionales, los eventos parecen pasados de moda», criticó.
El directivo de medios, promovido por el nuevo dueño de la serie automovilística, la empresa Liberty Media, ha asumido además del puesto de jefe del consejo, el cargo de Ecclestone como gerente del negocio. Carey aseguró que en el futuro quiere tener acceso al consejo del británico de 86 años, pero rechazó su estilo de liderazgo. «En este momento las cosas no son como deberían ser si se quiere que el negocio vaya bien», dijo el norteamericano, que prometió decisiones transparentes y lógicas. «No se trata de que todos juguemos aquí al póker e intentemos engañarnos unos a otros», añadió.
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Además de Carey, Liberty nombró a Ross Brawn, exjefe de equipo, como nuevo director deportivo y técnico y a Sean Bratches, exejecutivo de televisión, jefe de comercialización de la F1. El objetivo del nuevo propietario es recuperar el atractivo de la serie y hacer más rentable.
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