Síguenos de cerca

Tenis

Novak Djokovic, amo y señor. Kerber, otra candidata más

Abuso: Uso o aprovechamiento excesivo de excesivo de algo, en perjuicio propio o ajeno. Superioridad: Excelencia o ventaja de algo o alguien respecto a una persona o cosa. Abuso de superioridad: Novak Djokovic. Nadie le tose. Ni jugando tu peor tenis en meses, pierde. Ni jugando ante un Roger Federer que nadie podía con él, pierde. Sexto Open de Australia, undécimo Grand Slam, y lo que es peor, es que nada ni nadie lo va a parar.

No es únicamente el hecho de que haya ganado cuatro de los cinco últimos grandes, ni que desde Cincinnati haya ganado todos los torneos que ha jugado, ni que este año lleve un 100% en victorias, con 31-3 a sets. Es la superioridad. Durante este Open de Australia el serbio ha demostrado quién es el número uno del mundo. Su debut, ante un coreano prometedor como es Hyeon Chung fue un visto y no visto, Luego cayó Halys. Desde tercera ronda ha tenido que enfrentarse ante los cinco de los 30 mejores jugadores del mundo. Nada fácil. Seppi, Simon, Nishikori, Federer y Murray. Mención aparte el partido ante Simon, donde Nole se llevó el choque en 5 mangas, tras acumular casi un centenar de errores no forzados. La moraleja de este partido fue que “este es un partido de número uno”. De jugar mal y ganar.

Otro partido que queda marcado en este Open de Australia es el vasallaje que Djokovic sometió a Roger Federer en los dos primeros sets. 6-1 6-2 en menos de 55 minutos. Una reproducción de la final de Doha entre Nadal y el propio Djokovic. Aunque Federer resistió después, la sensación de superioridad se plasmó en la Rod Laver durante todo el encuentro. Y llegamos a la final, donde sobre todo en el primer set, el otro representante del “Big Four” sucumbió ante el serbio. En menos de media hora, Djokovic se merendó a Murray en el primer set, con otro 6-1. Luego, el escocés se redimió, y gracias a su servicio (9 aces en el segundo set) consiguió llegar al empate a 5. Pero en este momento vuelve a aparecer la alargada sombra del número uno. Con 5-5, 40-0 para Murray, el escocés pierde el juego (y su saque) y le deja en bandeja el segundo set a Djokovic. Pero no todo acaba aquí. La alargada sombra del número uno volvió a aparecer en el tie-break del tercer set, provocando dos dobles faltas decisivas de Murray para que Djokovic alzara su sexta corona en Australia.

Muchos más nombres propios del torneo. Milos Raonic es uno, por supuesto. Progresa adecuadamente tras su campeonato en Brisbane y sus semifinales ante Murray, donde el encuentro se alargó hasta los cinco sets. El pupilo de Moyá parece que va a ser más un candidato que un “outsider”, y va a entrar en muchas quinielas para ocupar las posiciones más altas del ranking. Otro nombre propio es el de Rafa Nadal, que perdió en primera ronda ante Fernando Verdasco. Una decepción enorme para el balear, que venía con muchísima ilusión al torneo, entrenando bien y con expectativas altas. Es la segunda vez que pierde en primera ronda de un Grand Slam. En cuanto a La Armada, el mejor representante una vez más, fue David Ferrer. Siempre en la sombra, siempre cumpliendo. Parece que el cambio de raqueta le ha venido bien y solo pudo frenar al alicantino Murray, sobre todo en el tercer y cuarto set. Otro que siempre cumple, asiduo a las segundas semanas es Roberto Bautista, que perdió en cinco sets ante Berdych en octavos de final.

La otra protagonista del primer “grande” del año no podía ser otra que la emergente campeona, Angelique Kerber. Una más al extenso carro de candidatas a esos escalafones del podio. Hay tan poca diferencia entre una jugadora y otra, que es prácticamente imposible vaticinar algo. La germana es la novedad, como lo fue Garbiñe hace poco; como lo fueron Radwanska, Azarenka o Carla Suarez. Kerber derrotó en tres sets a Serena Williams, que ve como siendo la jefa y señora del circuito, que siempre está arriba, nunca termina de realizar la misión. Tras el Us Open, no participar en la copa de Maestras y su descanso “obligatorio”, podríamos afirmar que no haber ganado el Open de Australia es una pequeña decepción para la menor de las Williams. “Otro año sin poder ganar el Grand Slam”, pensará. Muchos nombres propios, muchas decepciones (como de costumbre) y muchas sorpresas agradables. Sobre todo el partido de Konta y Zhang. Ambas, consideradas las sorpresas del torneo, se enfrentaron en cuartos de final. Konta, británica, hizo historia para su país, que no veía una representante de Reino Unido en unas semifinales de un “grande”. Derrotando primero a Venus Williams, Konta puede ser otro de los pequeños diamantes en bruto que muestra el circuito femenino cada poco, y quién sabe, junto con Heather Watson, a pelear por una Fed Cup. Konta derrotó a la china Zhang, jugadora que provenía de la “qualy”, que venía de derrotar a Halep en primera ronda o Keys en octavos de final.

En cuanto a las representantes españolas, la mejor fue Carla Suárez. Buen torneo de la canaria que perdió en cuartos de final ante Radwanska. En cambio, mal torneo de Garbiñe, que nos dejó en tercera ronda y con las ganas de haber visto uno de los partidos del torneo en octavos de final ante Azarenka.

Mientras que en el cuadro masculino el dominio parece apabullante, en el cuadro femenino empiezan a aparecer oasis en el desierto. Ya no es Serena todo lo que reluce.

Ontinyent - Londres. 1992. Amante de la raqueta desde que Ferrero levantara nuestra primera Ensaladera. Madridista de bien y buen madridista con cosas distintas. Yo soy de los primeros. Series, música y cervezas mientras discutes de fútbol, mis otras pasiones.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Tenis