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Fútbol Internacional

Ni un duro por Santos Borré

El colombiano Rafael Santos Borré termina contrato con River Plate en junio y dejará la entidad argentina para recalar, previsiblemente, en Gremio de Portoalegre. El Atlético aún posee el 50% de su pase, pero si se marcha libre, como todo parece indicar, no tendrá ninguna opción para pescar algo de dinero de un jugador al que nunca se le dieron oportunidades y que jamás se puso la camiseta rojiblanca más allá de bolos veraniegos. Con todo, el propio delantero, sabedor de lo importante que ha sido River Plate en su carrera, busca la fórmula que bordee la legalidad para que en su marcha el club millonario pueda recibir cualquier tipo de indemnización. Renovar no es una opción, a priori, toda vez que por contrato se estipula que si River Plate decidiera ampliar la vinculación del cafetero (o venderlo) tendría que hacerse con un 25% más de su pase pagando al Atlético 3’5 millones de euros. Y en esa tesitura, River sabe que igual no le compensa que Borré estampe una nueva firma con ellos si el dinero que saque por la venta al final va a ser casi igual o incluso menor del que le habrá que abonar al Atlético. 

Santos Borré firmó como rojiblanco en 2015, con apenas 19 años y tras romperla en el Sudamericano y el Mundial Sub20 celebrado meses antes de su firma. El Atlético lo fichó entre tres y cinco millones de euros, dejándole cedido un año en su club, en Colombia, donde una lesión y el enfado de los aficionados al considerar su venta de traición frenaron el impacto que había tenido ya meses atrás en su debut. Cuando llegó realmente al Atlético, en 2016, el cupo de extracomunitarios y la nómina de atacantes en una plantilla que contaba con Griezmann, Correa, Gameiro y Torres le cerró la puerta del primer equipo, teniendo que buscarse una cesión en Villarreal. Allí, en la Cerámica, tampoco cuajó. En un año de adaptación al fútbol europeo, se topó con las pocas oportunidades que le quedaban a la sombra de Soldado, Sansone, Pato, Bakambu y Adrián. 

Entonces apareció River y le cambió la vida. Porque Borré es a día de hoy el máximo goleador de la era Gallardo, la mejor época histórica del equipo argentino. Suma seis títulos en algo más de cuatro años, destacando la Copa Libertadores lograda ante Boca Juniors en Madrid y fue uno de los artífices del gran papel del equipo en la edición de 2020, donde River cayó en la final frente a Flamengo. Titular indiscutible y uno de los más queridos por la grada, todo esto no le ha valido para hacerse un hueco como indiscutible en las listas de su selección, siempre a la sombra de los Falcao, Zapata, Muriel o Jackson. 

Quizás el mejor momento de su vida fue a principios de 2020, cuando la Premier League se fijó en él. Teniendo aún un contrato de duración considerable como para que los equipos no buscasen firmarle al final de su vinculación con River, el Everton y el Crystal Palace sondearon la posibilidad de hacerse con sus servicios por cifras que superaban los 20 millones de euros y que habrían dejado un buen botín tanto para River como para el Atleti. Pero Borré, enfrascado en las rondas finales de la Libertadores, emplazó a los clubes a esperar a verano para tomar una decisión, que nunca llegaría porque entonces apareció la pandemia, el fútbol se paralizó, la economía se hundió y el tiempo de su contrato casi expiró.

Ahora, su situación es extraña. Le quieren en Europa y en Brasil. La Lazio parece dispuesta a ofrecerle un gran contrato, así como lo estaba Palmeiras, a quien rechazó, y Gremio, con quien apuntan ya tiene un acuerdo. El caso es que el jugador quiere que a River Plate le quede algo de dinero, no así al Atlético, que ya sacó 7 millones con la venta del 50% de sus derechos, pero que posee la otra mitad del pase. En esas, el cafetero deberá bajar un poco sus pretensiones y poner de su bolsillo el dinero de la suculenta prima de fichaje que le espera cuando se una a su nuevo club. En muchas ocasiones se ha especulado con que el Atlético, maltratado por las lesiones en las últimas temporadas, recuperaría al atacante, pues esa posibilidad existía en su contrato pagando siete millones de euros y haciéndose de nuevo con la totalidad del pase del ariete. Hasta Francescoli, directivo del club argentino, deslizó en varias ocasiones que el club rojiblanco estaba sopesando ‘robarle’ a su delantero de malas maneras. El caso es que el Atlético ya no parece dispuesto a hacerlo y que verá cómo se marcha un futbolista por el que no ha perdido dinero (de hecho ha podido ganar un poco) pero al que podía haber sacado más rendimiento, ya fuera económico o deportivo.


Imagen de cabecera: Imago

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