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Fútbol femenino

Mundial U20 femenino: España tumba a su bestia negra

Se han empeñado en demostrar que son favoritas al título. Que quieren volver a una final y, esta vez, ganarla. Se presentaba uno de los partidos más serios que se podían jugar en el Mundial sub-20 femenino de Papua Nueva Guinea, y nuestras chicas respondieron con nota. Vaya que sí.

Porque las de Pedro López acabaron con su bestia negra. Japón, campeona del Mundial de Costa Rica sub-17, venció a España dos veces en ese torneo (fase de grupos y final) con muchas de las jugadoras que este miércoles figuraban en la alineación presente en Moresby. Hace tan solo un mes, la misma selección nipona destrozaba en semifinales el sueño español al ganar por un contundente 3-0.

 

 

Pero esta vez no iba a ser así. Y eso que las futbolistas de Asako Takakura quisieron imponer su ley desde el principio. No se había cumplido la media hora de partido y, pese al dominio en la posesión de España, Japón había generado hasta ocho ocasiones de gol. Nuestro peligro se reducía a las arrancadas de Falcón por banda izquierda y al desequilibro de Nahikari.

Quizá por ello fue más sorprendente (y meritorio) el cambio de Pedro López nada más comenzar la segunda parte. Quitó a Nahikari y dio entrada a Mariona Candeltey, que se había caído del once en detrimento de Sandra Hernández. La culé contribuyó a intensificar el dominio español, pero sobre todo a hacerlo más productivo. Poco a poco comenzó a ganarle terreno a Japón al tiempo que no permitía un solo rasguño en defensa. Imperial toda la zaga titular (integrada únicamente por jugadoras del Atlético de Madrid) y también Andrea Sierra (Athletic), que entró fría al partido en lugar de una lesionada Rocío Gálvez y no cometió ni un solo fallo.

 

 

Cuando el partido agonizaba y el empate a cero se veía como una recompensa, llegó la inocentada de una defensora de Japón, que tocó un balón con la mano en el área en un lanzamiento de falta. Mariona, la animadora del partido en la segunda mitad, transformó el penalti y dio a España una victoria que le coloca virtualmente en cuartos, que le refuerza en el apartado moral, pero sobre todo que afianza su candidatura a un título que sería considerado poco menos que una hazaña.

 

Alicante, 1991. Mi madre siempre me decía: "No sé por qué lloras por el fútbol, sino te da de comer". Desde entonces lucho por ser periodista deportivo, para vivir de mis pasiones (y llevarle un poco la contraria).

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