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Fútbol Internacional

Moussa, el otro Dembélé

No son hermanos, ni primos lejanos, aunque el de Dembélé sea apellido sinónimo de fútbol y éxito en los últimos años. Ambos nacieron en Francia, aunque tienen ascendencia africana, se desenvuelven en ataque y son todavía Sub21. Ni siquiera han llegado a la madurez futbolística. Solo les separan 14 meses y mientras Ousmane ya centra el ojo de todos los focos tras su fichaje por el Barcelona que le convierte en el segundo mayor traspaso de la historia (140M€), Moussa ha dado el salto de jugar en Championship a hacerlo en Champions con el Celtic y ser un jugador diferencial en una Liga hoy en horas bajas.

Moussa Dembélé (12 de julio de 1996, Francia) sería el Dembélé del que todo el mundo hoy hablaría si no hubiera sido coetáneo con Ousmane, el jugador que copa las listas de mejor jugador joven del mundo junto a Mbappé, está llamado a liderar a la selección francesa y tiene el listón para el futuro ya muy alto. Tampoco hay que confundirle, por cierto, con Mousa (con una s) Dembélé, internacional belga que como el protagonista de esta entrada adquirió fama jugando para el Fulham antes de que el Tottenham le lanzara al estrellato.

Moussa Dembélé arrancó su carrera en tierras británicas sin definir muy bien su posición. Su portentoso físico de atleta de mediofondo (1’83m), alto, espigado, de zancada larga, le permitía jugar en un costado y en el centro del campo, siempre con tendencia ofensiva hasta que terminó centrando su posición de manera definitiva para jugar en la punta de ataque. Su buen nivel con el equipo reserva del Fulham, además del buen desarrollo de su metabolismo, permitió que con 17 años recién cumplidos debutara en Premier League en la que es la última temporada hasta la fecha de los cottagers en la máxima categoría.

De ese descenso se benefició el ariete galo. Los jugadores con más nombre como Berbatov, Riise, Heitinga, Richardson, Duff o Sidwell salieron y le llegó el turno a los secundarios. De haber mantenido la categoría, Dembélé habría tenido más complicado el disfrutar de minutos y probablemente habría acabado cedido en ligas aún más inferiores. No fue así y, gracias a su buen hacer con la selección de Francia en las categorías menores, Dembélé consiguió empezar a labrarse un nombre entre las agendas de los clubes importantes.

(Getty)

Y es que Dembélé ha crecido de la mano de las categorías menores del equipo nacional. Por eso, ha jugado y ha sido parte vital del equipo Sub16, Sub17, Sub18 y del Sub19, al que llevó a la tercera plaza de la Eurocopa de 2015, donde fueron apeados en semifinales por una España campeona. Su progresión con los galos, eso sí, se ha visto parada en la Sub21, para la que ha jugado ocho partidos (anotando cuatro goles). Pero aún no le ha llegado el debut con los mayores. La calidad y la cantidad de los jugadores de ataque juveniles que hoy tiene el equipo francés, como Mbappé, Augustin, Koziello, Cornet, Lemar o Coman, entre otros han cerrado un poco las puertas de un Dembélé que posiblemente acabe dando el salto a la absoluta antes de jugar mucho más con su predecesora.

La temporada 2015-2016 fue la de su eclosión, marcando 15 goles y repartiendo siete asistencias en la Championship y ganándose un fichaje por el Celtic de Glasgow escocés. El Celtic, tierra de artilleros, necesitaba un compañero de ataque que complementara a Leigh Griffiths (40 goles en el último curso), pero rápidamente quedó claro que sería éste quien sirviera de escudero a Dembélé.

El traspaso solo dejó medio millón de libras en las arcas del Fulham, pues el jugador finalizaba su vínculo con los cottagers, que solo recibieron dinero en concepto de desarrollo de jóvenes. Una fuga de Inglaterra que aún hoy no se explica Thierry Henry, que no entiende cómo el Celtic de Glasgow ‘le robó’ a la Premier League un talento en sus narices. «Es un error gravísimo de los equipos de la Premier. Él jugaba en Inglaterra, en el Fulham. Ahora su precio son 40 millones y tú vas a tener que pagarlo. No estamos hablando de si los vale o no, pero es el precio que tienes que poner si lo quieres», se lamentaba el ex del Arsenal en verano de 2016.

«Nosotros ya sabemos lo que hacía en el Fulham, Es un buen jugador, marca goles, lo hace bien con la Sub21 y ya está la Federación buscándole sitio para subir con el equipo absoluto. Él conoce el fútbol inglés, ha hecho goles en Championship y ahora los está haciendo en Escocia, por lo que uno sabe que físicamente está preparado para jugar en Premier«, señala el ya retirado delantero francés.

(Getty)

Y es que el buen hacer de Dembélé, que la temporada pasada hizo 32 goles y dio nueve asistencias, ha multiplicado su valor de mercado hasta el punto que tanto equipo como jugador rechazaron una suculenta oferta del Chelsea a mitad de temporada por 35 millones de libras. Los blues, entonces con Diego Costa peleado con el mundo, dejando incierto su futuro, y un Batshuayi que no acaba de dar el nivel exigido, buscaron en Escocia sin éxito.

Dembélé ha crecido a pasos agigantados en Celtic Park de la mano de Brandan Rodgers. Es un jugador muy vertical al que le gusta arrancar con balón controlado desde atrás. Si puede hacerlo todo en menos toques, lo hace. Aún le queda mucho por mejorar y evolucionar, pero poco a poco en Escocia ya se le ven visos de grandeza, acciones de delantero puro nato que antes no tenía. Acostumbraba mucho a enredarse en zonas de poca influencia o ralentizar demasiado el juego con acciones banales, pero ahora lo hace todo mucho más práctico. Su gran fuerza física le permite jugar bien de espaldas y su cambio de ritmo con balón controlado cuando encara a su par es difícilmente defendible. Dentro del área no se complica y es su primer toque lo que más ha mejorado desde que salió de Inglaterra y fuera de ella busca siempre perfilarse a su pierna diestra para disparar con una rosca inalcanzable. Completísimo.

Un tanto suyo cerró el partido perfecto y le dio al Celtic la Copa de la Liga en noviembre de 2016, logrando el título número 100 en la historia de los escoceses. Se ha ganado por mérito propio el apodo de Hunskelper, ese que le da la afición del Celtic a sus chicos favoritos y, sobre todo, a aquellos que logran perforar las redes del Rangers, el eterno rival.

Moussa Dembélé sigue creciendo como la espuma. Este segundo año ha comenzado con un hándicap en forma de rotura fibrilar que le ha tenido apartado del equipo varias semanas y que ahora le hace ir entrando poco a poco en las alineaciones. Didier Deschamps le tenía en mente, junto a Ben Yedder, para la lista que ha dado hoy, aunque finalmente no ha sido convocado para la absoluta. Tiempo al tiempo, el seleccionador le sigue de cerca. Solo tiene 21 años y un gran traspaso para él ya está a la vuelta de la esquina. La prensa inglesa no deja de relacionarle con el Manchester United, que en verano podría buscar delantero para acompañar a Lukaku dependiendo de la decisión de Ibrahimovic. No sería la primera vez, toda vez que en el mercado pasado, Old Trafford fue uno de los escenarios que llamó a su puerta. Mientras, Dembélé espera a base de goles.

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