Síguenos de cerca

Serie A

Morata y la noche

A muchos, me incluyo a mí, la noche nos confunde. Cuando el sol se esconde y las estrellas se ponen, el escenario asusta, atemoriza, abre y cura heridas y otras incluso las hace olvidar. Con botella en mano y un par de amigos, el plan está montado. Los padres lo saben y así intentan hacértelo evitar. El mío decía: «A partir de la 1, corre la mala fortuna«. Estos experimentados de la vida no les gusta que tú te diviertas, o si, pero hasta cierta hora dentro de la normalidad. Muchas risas y poco alcohol. Los años pasan y las mentiras son más.

Con Álvaro Morata ocurre todo lo contrario. El sector pipero del graderío de la capital hablaba del español como la gran mentira del Real. Todos esos goles anotados en categorías inferiores no sirvieron apenas para su estancia en el primer equipo. En esas, marchó a Turín y con ese miedo de Florentino, una opción de recompra por si algo podía pasar. Muchas noches de Álvaro en Turín han servido para convertir al delantero de 23 años en una realidad. Delantero de la selección y acompañante de Dybala y antes de Tévez en Turín, nunca ha defraudado en una gran noche europea. Siempre ha estado por encima de lo que se esperaba. Cuanto más grande es el escenario, más grande es MorataSu nombre ha sido resaltado y así, Europa a sus pies.

Con 23 años no conocer el miedo es sinónimo de madurez. De guerrero curtido en grandes batallas. El año pasado, visitó Signal Iduna Park y Santiago Bernabéu antes de llegar a Berlín. Nunca se puso nervioso. Primero, eliminó al BVB con gol y asistencia y luego mató a su Madrid cuando la remontada iba cogiendo forma. Era el golpe más duro para ese madridista pipero y sobre todo para su presidente quién reposaba en su asiento, atónito, ante lo que sus ojos estaban aconteciendo.

De aquella escena, la recuerdo como si fuera ayer. Estaba presente y un sector del Bernabéu, -ya saben cuál- pitaban mientras otros aplaudían. Fue lo más parecido a Gladiator cuando el pueblo jaleaba al unísono el nombre de «Máximo«. Mientras, el César dudaba con el pulgar entre la vida y la muerte. Tuvo que ser vida por mayoría. Y así parece que será el futuro del español. Una vuelta a la capital, con coste de 30 millones cuando lo querían desterrar lejos del Bernabéu.

 

 

Álvaro se lo ha ganado a pulso. Su última actuación en una noche bajo el cartel de la Copa de Europa fue soberbia hasta el cambio. «Lo cambiaste, la cagaste» le dirían a Allegri tras el partido. Como el Madrid hace dos años, Morata a grandes zancadas y sin mirar atrás iba dejando rivales a sus espaldas para servir a Cuadrado el 0-2 que dejaba a Europa asombrada. Con su sustitución, llegó el cambio de guión y el final ya lo saben. De Italia, el internacional español en una reciente entrevista a Marca comenta «el peor país para brillar y el mejor para aprender». Corre casi los 14 kilómetros por partido y en los últimos 8 partidos, acumula 5 goles. No hace falta decir nada más, Europa ya lo conoce. Morata lo ha vuelto a hacer y no está nervioso. La noche no le confunde, es más, le hace grande. Una vez más, el César levantará el pulgar y el gladiador habrá ganado.

@PipeOlcina17 | 1995. Periodismo. Peor sería tener que trabajar, que decía en un cartel de la redacción del Times.

Comparte la notícia

No te lo pierdas

Más sobre Serie A