Cerca del final del partido que este lunes enfrentó a Milan y Fiorentina, el árbitro Russo se tuvo que retirar lesionado. Este incidente no pareció importar a ambos equipos, que continuaron jugando durante unos segundos sin el árbitro. Russo tuvo que volver al campo para poner orden con el silbato y permitir que el cuarto árbitro Valeri pudiese finalizar la dirección del encuentro.