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Lionel Messi

FC Barcelona

Messi, el seguro de vida del Barça

Derbi barcelonés en el coloseo culé con gran favoritismo local. El Espanyol llegó, marcó y asustó. En el 45′, en el último suspiro previo al intermedio aparece Messi con un chispazo de genio, pone las tablas y funde anímicamente a los espanyolistas. Ya en el segundo acto, el Barça desencadenó la tormenta perfecta. El cuadro culé tiró de épica en el primer tiempo ante la disciplinada zaga perica y se agarró a un contragolpe y a un córner en el segundo para abrir brecha y noquear a los vecinos. Definitivamente este Barça sí es un ‘Barça nuevo’. Un estilo en construcción y por definir, eso sí, gravitando en torno a Messi (el Rey Sol) y con Neymar-Suárez asumiendo su rol de satélites del astro rosarino.

Un ‘hat trick’ de Lionel Messi guió la victoria al FC Barcelona 5-1 ante el Espanyol en partido disputado en el Camp Nou y correspondiente a la jornada 14 de la Liga BBVA. El ’10’ del Barça sigue coleccionando tripletes y continúa ejerciendo, como es habitual, de seguro de vida del Barcelona para levantar para los suyos un partido que se les había puesto cuesta arriba con un tanto del equipo blanquiazul en la primera parte. Otra vez Messi, y ya el Barcelona ha perdido la cuenta de las veces que en un partido trabado en el que no le sale nada aparece su ángel de la guarda para desatascarlo y darse un festín de goles.

El Barcelona se encontró una muy buena versión del Espanyol, que primero subió la línea de defensa para presionar la salida del balón de los barcelonistas y, con el gol a favor, al cuarto de hora, dio un paso atrás, cerró los espacios por el centro del campo y ofreció las bandas, aunque ni Alba ni Alves hicieron jugadas de mérito.

El Espanyol firmó su gol en el minuto 13, en una acción en la que Caicedo puso ímpetu para robarle el balón a Busquets en el centro del campo, Sergio García lo recogió, lo condujo con criterio y, ante la pasividad de Piqué, se internó en el área y envió la pelota al fondo de las mallas (0-1). A partir de entonces, Sergio González envió a los suyos atrás para fortalecer el espacio de mayor creación del Barça y amontonar jugadores para impedir que Messi, Xavi, Rakitic o Luis Suárez dispusiesen de metros para recibir y pensar.

El Barcelona entró en un callejón sin salida, donde su fútbol carecía de peligro e intención, mientras que el Espanyol, como en una acción en el minuto 27, intentaba hacer saltar la banca en otro contragolpe, en el que un nuevo error de Busquets puso en las botas de Sergio García un balón que pudo significar el segundo gol, que no llegó tras un flojo disparo del atacante.

Messi, en quien volvió a fiar el Barça su suerte, envió un balón al travesaño tras una falta directa a la media hora, mientras que un minuto después un remate de cabeza de Piqué obligó a Casilla a intervenir. El gol de Messi se mascaba, después de que en el minuto 33 hiciese diabluras con regates a diestro y siniestro, pero el joven Eric se lanzó hábilmente al suelo para neutralizar el disparo final. En tramo final de la primera parte fue de gran intensidad, con dos remates seguidos de Alba, con intervención en uno de ellos de Casilla, una escapada en solitario de Víctor Sánchez hacia la meta de Bravo, que el chileno desbarató con los pies al lanzarse al suelo, y una acción de Messi marca de la casa, en el 45, que acabó en gol (1-1), al armar la zurda tras ir buscando el hueco por donde meter el balón desde fuera del área.

El segundo tiempo se puso en marcha de forma eléctrica y los culés, sabedores del golpe moral que había representado el tanto en el último suspiro del primer tiempo, salieron a comerse a su rival, y en pocos minutos lo lograron. En el 48, el Barça reclamó un nuevo penalti, en esta ocasión en una carga de Eric a Neymar que envió al barcelonista al suelo. Al minuto siguiente, un pase de Suárez a la frontal lo recogió Messi, quien después de hacerle un caño a un rival, envió un balón colocado al palo al que Casilla no pudo atajar (2-1).

Noqueado el Espanyol, se vio superado y desbordado por un Barça que quería más, y en el minuto 54, tras un lanzamiento de córner, Piqué remató de cabeza a gol (3-1).

El vendaval que estaba recibiendo el Espanyol en pocos minutos dejó al equipo de Sergio González sumido en una depresión, después de haber hecho un buen trabajo en el primer tiempo, haberse adelantado en el tanteador e, incluso, haberse podido poner 0-2 si Víctor Sánchez hubiese llegado con más oxígeno y fuerza en un contraataque en solitario que ‘capó’ Claudio Bravo.

El Barcelona aprovechó el momento de decaída del rival para liquidar el partido con dos goles más, el de Pedro (4-1) tras una acción en solitario y otro de Messi, su tercero de la noche, al finalizar una conducción en solitario con ayuda de una pared final con Alves (5-1).

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